En su escrito de queja a la Defensora del Pueblo, el CERMI señala como deficiencias contrastadas más notables la presencia de tres escalones para entrar por la puerta de acceso desde el estacionamiento de vehículos, la existencia de una rampa complicada en la entrada principal que da acceso a un jardín y un escalón en la entrada al edificio, pero en la que resulta imposible detener el vehículo al tratarse de una vía rápida, así como el equipamiento de puertas de doble hoja en las salas, que han de abrirse las dos para entrar, lo que, lógicamente, impide maniobras autónomas.

 

Además, se anotan otras deficiencias graves como el que funcione un ascensor de dimensiones más que ajustadas, con botonera alta y existencia de la puerta de apertura manual, que a pesar de estar recién reformado, no se atiene a la normativa vigente. También se denuncian la inaccesibilidad de los baños, con puertas estrechísimas, la existencia de un estrado inaccesible, en el salón de actos y la no dotación de bucle magnético en la salas y aulas de formación y debate.

 

Ante esta calamitosa situación de accesibilidad, en un centro dirigido a la formación y educación viales, el CERMI ha solicitado la apertura de expediente de investigación y que se inste a la DGT, centro responsable, a la subsanación inmediata de esas deficiencias.