
"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Actualidad
ONCE y el CERMI abogan por "una democracia lingüística," para que la lengua no sea "un bien privativo solo al alcance de unos pocos"
25/10/2022
El vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, y el presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, abogan por "una democracia lingüística," para que la lengua no sea "un bien privativo solo al alcance de unos pocos".
El presidente del CERMI destacó que el papel del movimiento asociativo de la discapacidad en el Perte será "utilizar todas las herramientas, maximizarlas, para que la lengua se vista de diversidad".
"En el mundo de la discapacidad, de la diversidad humana y social tenemos talentos ocultos que no se nos ha permitido expresar" pero éstos "afloran frente a sistemas dominantes y a veces opresivos, que intentan imponer un canon de normalidad y excluyente", argumentó Pérez Bueno.
"Aquellos que hemos estado en los márgenes tenemos una capacidad de inventiva y de transformación enorme. Si logramos imponer que aquello que se aparta del canon de la normalidad, no es malo, sino que es distinto, que no quita, sino que pone, que no supone una carga sino que enriquece y amplia", se logrará avanzar, agregó, e instó a "proyectar todo este talento oculto con la lengua, el elemento fundamental de cualquier sociedad para crear comunidad" porque "la lengua es la expresión del pensamiento".
A continuación, se refirió también a otras lenguas como la de signos , que tiene "la misma legitimidad, creatividad y plenitud para crear arte" o el subtitulado que es "un elemento de apertura e inclusión", o "la audiodescripción porque no basta solo escuchar los mensajes orales sino hay contexto".
El vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, por su parte, agradeció a Gallach el trabajo realizado en el Perte de la Lengua, "para que nadie quede excluido" y puso el acento en el futuro, "en el lenguaje de las máquinas, de los humanos con las máquinas y entre las máquinas", que calificó como "oportunidad y un espacio inclusivo para las personas con discapacidad".
Así mismo, Durán destacó que "la lengua pude discriminar pero también integrar" y puso como ejemplo los lenguajes artificiales de las máquinas, "que a veces son muy torpes, robots que no se comunican bien". Y esta reflexión le sirvió para pedir "algoritmos más inclusivos. Aunque prefiero siempre hablar con un ser humano. Este lamento mío se queda siempre en el desierto. Lo importante es que los elementos de comunicación tengan muy presenta la inclusión de todos los seres humanos", concluyó.
Fuente: Servimedia