Reportaje
Ilusión + vinos, una empresa vital y solidaria
17/12/2016
Blanca Abella
La ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) ha conducido a esta familia a una nueva aventura con nombre de esperanza, Ilusión Más. Pau Torres recibió hace apenas tres años el diagnóstico de ELA y decidió, junto a su mujer Gina Córdova, emprender un negocio que diera beneficios a una causa justa. Los vinos que venden desde su web llevan la etiqueta de la solidaridad, ya que una parte de su precio irá a parar a las fundaciones sobre enfermedades neurodegenerativas que tanto les han ayudado en todo momento.

Pau y Gina vivían en China, allí eran felices y formaron incluso una bonita familia, pero un buen día él comenzó a sentir ciertas molestias. Fue entre 2012 y 2013, ellos lo llaman caprichos del destino, pero en realidad se denomina ELA, Esclerosis Lateral Amiotrófica.
Los primeros síntomas de la enfermedad fueron en 2012, Pau tenía problemas de movilidad. Decidieron abandonar el país y venir a España para saber qué pasaba. “Al venir a España dejé el trabajo y nos replanteamos la vida”, recuerda Pau.
Una vez que recibió el diagnóstico, ya era imposible el retorno a su trabajo en China y debía “buscar otra forma de sobrevivir”. Gina también contaba con una preparación que facilitaba el acceso a nuevas ideas, ella es licenciada en Finanzas Internacionales. Con esos antecedentes, con mucha ilusión y con la ayuda de la Fundación Prevent surgió una oportunidad de oro, y accedieron, ambos, a la Primera Edición en Barcelona del "Aula de Emprendedores: Aprende y Emprende" de Fundación Prevent y ESADE.
El curso estaba adaptado para personas con discapacidad y duró seis meses, tras los cuales idearon un negocio con inspiración en China y el vino. Una alianza extraña, pero significativa en sus vidas. En sus años en Shangai eran los únicos españoles que procedían de Tarragona y una empresa de vinos de su ciudad en España contactó con ellos para que les ayudaran a exportar vino a China. Así, en su tiempo libre, Pau y Gina se dedicaron a acudir a ferias y hablar con distribuidores en busca de la oportunidad del vino tarraconense. “Le cogimos el gustillo a lo del vino y cuando vimos la oportunidad de emprender un negocio, decidimos retomar el tema del vino pues ya teníamos la información y algunos contactos”, explica Pau.
“Nos propusieron una marca blanca para el tipo de negocio que ideamos, pero al final decidimos crear nuestra propia marca y que fuera además un vino solidario para ayudar a todas las personas con ELA o una enfermedad neurodegenerativa”, apunta Gina.
Ilusión Más

Finalizado ya el proceso formativo, a finales de 2014 es cuando el proyecto comenzó su andadura y se fundó la empresa
Ilusión Más, que tiene su base en la web. Durante los primeros meses de 2015 Pau y Gina presentaron el proyecto a algunas bodegas y contaron con el consejo y apoyo de someliers de prestigio, como Joan Roca (Celler de Can Roca) y Ferran Centelles (El Bulli).
En abril 2015 lograron las primeras botellas y en junio de ese mismo año estaba operativa la web, que hoy es el sustento de la empresa. A día de hoy, seis vinos de las Denominaciones de Origen Priorat, Montsant y Denominación de Origen Cava se etiquetan con el nombre de los cuatro integrantes de la familia (Gina, Pau, Ferrán y Montse).
Sin embargo, aunque el negocio todavía no da beneficios, la expansión al ámbito nacional está en mente de sus fundadores. “Tenemos en marcha un ‘crowfunding’ para capitalizarnos un poco porque lo que queremos es ampliar la gama de productos, un Ribera, un Albariño, Rioja o Verdejo para poder atacar el mercado nacional, queremos ir a Madrid y otras capitales”, explica Pau Torres.
Caldos solidarios

La decisión de trabajar en el mundo vinícola venía acompañada del firme propósito de colaborar con las fundaciones que tanto habían hecho por Pau en sus primeros meses de ELA. “Sin las fundaciones no tendríamos nada”, asegura tajante Gina. “En casa tenemos una cama de hospital, además Pau no se puede mover por sí solo y tengo una grúa que me ayuda a moverlo de la cama al baño, a la silla… tengo bastantes cosas, también un salvaescaleras, sin la fundación nuestra calidad de vida sería imposible”, afirma.
Y continúa el relato el propio Pau, “se trata de devolver un poco de lo que nos han dado y al mismo tiempo ayudar a que sigan adelante, pero sobre todo, crear conciencia sobre esta enfermedad. Cuando nos planteamos el negocio decidimos entregar esa ayuda a las fundaciones con la esperanza de que sigan realizando este tipo de ayudas y que se pueda llegar a la cura”.
“Queremos crear conciencia de que existe esta enfermedad, de que cada año entran 900 personas en la estadística, pero también mueren 1000, y la investigación es nula, en general en todos los países hay pocos fondos porque la gente cree que no hay suficientes pacientes”, explica Gina, quien recuerda la campaña ‘Ice Bucket Challenge’, el reto del cubo de hielo, que recorrió países de todo el mundo y dio a conocer una enfermedad muy silenciosa, “nosotros mismos no la conoceríamos si Pau no la hubiera tenido”.

“Aunque estoy afiliado a Miquel Valls, estamos en contacto con otras fundaciones e intentando vías de colaboración con otros centros de trabajo porque queremos ser socialmente responsables, por eso hemos buscado centros de trabajo especiales con los que colaborar, y así toda la papelería nos la hace Aprodisca, las cajas de madera las hace Shalom, Lleida, trabajamos con fundación Portolá, con Koiki, que es una especia de repartidor del barrio que contrata a personas con problemas de inclusión laboral”, explica Pau.
La historia está en sus comienzos pero tiene mucho camino por delante, como demuestra el hecho de que Pau Torres haya recibido ya un reconocimiento, uno de los cinco premios a emprendedores con discapacidad por su iniciativa empresarial Ilusión Más otorgados por la Cátedra Konecta.
Tras año y medio de andadura, según Pau “este año fue flojito porque es complicado posicionarse como marca, hay mucho trabajo buscando tiendas, restaurantes, distribuidores… pero ya tenemos más o menos dos distribuidores para Barcelona y en enero comenzarán a funcionar. Luego queremos expandirnos pero no morir en el intento, y en ese camino también queremos que nos acompañen fundaciones a nivel nacional”.