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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 12 de junio de 2015cermi.es semanal Nº 171

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

30 años después, ¿hay verdadera Europa Social?

Europa es nuestro espacio natural y debe incluir a toda la sociedad

Esta iniciativa se enmarca en la Convocatoria 'Hablamos de Europa' del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación

12/06/2015

José Manuel González Huesa/Blanca Abella - Imágenes: Jorge Villa

España es más social hoy que hace 30 años y eso se debe, en gran medida, al ingreso en la Unión Europea y las políticas impulsadas desde esa unión y desde los propios Estados miembro. Hay, sin embargo, muchos matices en este progreso social, afectado gravemente por la crisis y asediado por el euroescepticismo. En la mesa redonda “30 años después, ¿hay verdadera Europa social? La visión desde el Parlamento Europeo”, el CERMI reúne de nuevo a expertos en el tema, los tres políticos españoles que han presidido el Parlamento Europeo desde el ingreso de nuestro país en la UE: Enrique Barón (1989-1992), José María Gil Robles (1997-1999) y Josep Borrell (2004-2007). Sus posiciones, siempre a favor del progreso en la unión, son optimistas a pesar de la crisis, al mismo tiempo que realistas ante las dificultades que plantea.

Imagen al comienzo de la mesa “30 años después, ¿hay verdadera Europa social? La visión desde el Parlamento Europeo”Hoy, viernes 12 de junio de 2015 se cumplen 30 años de aquel momento histórico en el que Felipe González, Presidente del Gobierno en esa fecha, firmaba el Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Económica Europea en el Salón de Columnas del Palacio Real, el 12 de junio de 1985. 
 
El Gobierno español del Presidente Adolfo Suárez presentó el 26 de julio de 1977 la demanda de adhesión a la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea), que se vio satisfecha ocho años después, el 12 de junio de 1985 con la firma del Tratado de Adhesión en Madrid y la integración en la Comunidad Económica el 1 de enero de 1986.
 
30 años después, "España es más social, porque además de los derechos que teníamos como ciudadanos españoles, la Carta de Derechos Fundamentales y su incorporación al Tratado de Lisboa han aumentado nuestros derechos sociales", afirma Enrique Barón. Y añade: "Lo social abarca todas las esferas de una sociedad pero hemos avanzado y en gran parte por el trabajo que hemos hecho en la escena europea las fuerzas políticas que creemos en eso y los sucesivos gobiernos".
 
Josep BorrellEn la mesa de debate, moderada por el director de Comunicación del CERMI y Director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, parece que los tres políticos están de acuerdo en los avances logrados en 30 años, sin embargo siempre surge alguna voz discrepante cuando se trata de valorar de manera más profunda esos logros. Así, Josep Borrell considera que la política social no es una materia estrictamente europea y lo expresa de manera contundente iniciando su intervención con la expresión "no le pidamos peras al olmo", para continuar diciendo que "cuando se construye Europa, lo social, y ahí se incluyen las personas con discapacidad, se deja en manos de los Estados y las políticas sociales no son lo fundamental de la Unión Europea, y no lo son, no porque la UE sea refractaria a ello, sino porque los Estados decidieron que las políticas sociales, en su gran mayoría, seguían siendo dominio reservado de sus políticas nacionales. Hay un Fondo Social Europeo y hay políticas sociales europeas pero lo más importante en términos cualitativos y cuantitativos de las políticas sociales sigue siendo políticas nacionales. Hay pasos en esta dirección, pero insisto, no le pidamos peras al olmo, no le pidamos a la Unión Europea que haga las cosas que no le hemos encargado que haga".
 
A pesar de la rotunda afirmación de Borrell, el político concluirá su intervención con un claro alegato en defensa de la UE, afirmando que "Europa es nuestro espacio natural y esos 30 años, a pesar de todos los pesares, han sido los mejores años de nuestra historia moderna desde la batalla de Trafalgar. Eso hay que reconocerlo. Hemos tenido y tenemos problemas pero nunca hemos asociado tanto la libertad política, el progreso económico, la inserción de España en el mundo y una sociedad más cohesionada, y eso se debe a nuestro esfuerzo pero también a nuestra integración en Europa". 
 
Enrique Barón y José María Gil RoblesJosé María Gil Robles, sin embargo, apunta la importancia de las buenas prácticas como modelo a compartir y difundir en la UE y la oportunidad de nuestro país en ese terreno, recordando la labor de la ONCE y su trabajo de vanguardia: "Me acuerdo que la ONCE fue la primera organización que presentó en Bruselas un tomo así de gordo (indica con los dedos bien abiertos) con los derechos de las personas con discapacidad a nivel europeo y lo que había que hacer. Es decir, lo que se puede hacer en el ámbito europeo es impulsar las buenas prácticas, como ha hecho la ONCE, y eso sirve un poco de ejemplo a los demás". Y posicionándose en la misma dinámica que Borrell, considera que Europa no tiene mucho que hacer en esas competencias: "cuando no hay competencias, no hay competencias y por tanto no se puede decir nada, lo que sí se puede decir es cómo lo hacemos y que nos sale bien y, como es así, cópienlo". 
 
En ese instante también se produce una gran coincidencia de criterios entre Gil Robles y Barón, ya que este último señala también la gran labor de la Fundación ONCE en nuestro país: "La Fundación ONCE ha estado siempre en vanguardia en este proceso. Cuando se aprobó la Carta de Derechos Fundamentales y entró en vigor, recuerdo que la Fundación ONCE dijo que era la primera vez que los ciudadanos con discapacidad eran ciudadanos de pleno derecho de la UE y ese sí que es un paso muy importante y la experiencia española en este terreno es pionera y tiene mucho camino por delante porque aproximadamente el 5% de las familias europeas tienen algún miembro con discapacidad, no se trata de una pequeña minoría, por lo tanto, eliminar barreras, no solo física, también educativas, sociales, es muy importante".
 

Crisis y europeísmo

 
José María Gil RoblesA lo largo de los años de la crisis, que suman ya más de cinco, y de seis incluso, en la Unión Europea se ha extendido una cierta desconfianza y una mirada extraña y ajena hacia el vecino, la crisis ha puesto en duda el europeísmo de los europeos. José Manuel González Huesa introduce este tema como moderador de la mesa y da paso a la intervención del ex presidente Gil Robles, quien apunta sin embargo que las últimas encuestas reflejan un cierto rebrote del europeísmo, "curiosamente repunta más entre los jóvenes, empiezan a darse cuenta de que Europa es esencial para ellos, que no es algo adquirido sino algo que necesitan". El político explica que el escepticismo tiene su lógica en tiempos de crisis, que no se puede esperar otra cosa: "es lógico que cuando no hay harina todo es mohína, es decir que cuando se pasa un momento duro y difícil, la simpatía de los que sufren ese momento se hace menos clara, evidentemente, lo raro hubiera sido que se hubiesen vuelto más entusiastas, a mí no me extraña nada. El que empiece a variar es probablemente la consecuencia de que empezamos a sacar la cabeza del agua".
 
Según Enrique Barón, tras las últimas elecciones europeas se ha logrado conformar una Comisión europea más política: "incluso el presidente Junker ha dicho que es la comisión de la última oportunidad, pues la oportunidad precisamente es darle una dimensión mucho más social, no solo a la salida de la crisis sino a la construcción europea, porque soy de los que piensan que la crisis que estamos viviendo más que económica es una crisis de confianza y de ciudadanía, que necesita la implementación de políticas concretas". 
 
Y es cuando Josep Borrell muestra entonces una cara más optimista afirmando que "Europa es un espacio de cooperación, no solo es un espacio de transacciones mercantiles, es también un espacio de cooperación política, ciudadana, social". Y saca a relucir una propuesta que le parece una interesante iniciativa dentro de la política social: "Se está hablando ahora de un seguro de desempleo a escala europea, esa es una gran política social y cada Estado tiene la suya, pero se habla cada vez más de algo que parecía utópico hasta hace poco, que es tener un seguro de desempleo a escala europea que tiene todo el sentido del mundo. Si los alemanes tuvieran que preocuparse del paro en Grecia o en Alemania porque le costaría a ellos, pues seguramente su actitud sería diferente. Parece utópico, porque hay muchas dificultades y obstáculos, pero es el gran paso en la integración". 
 
José María Gil Robles y Josep BorrellLas ideas que lanza sobre la mesa Josep Borrell interesan en gran medida a su compañero de partido, Enrique Barón, quien apunta además otros datos que pueden interesar a la hora de incentivar políticas sociales: "el hecho de que un país como Alemania haya introducido el salario mínimo también es un elemento básico de construcción europea porque se han incorporado a lo que otros tenemos y además permite poder comparar, saber que si la hora está a 8,50 en Alemania, en España está aproximadamente a 4,2, y no hay esa diferencia de niveles de renta, y en Francia es superior. Y todo esto desde el punto de vista de la construcción de un sistema económico coherente tiene una enorme importancia porque además nos permite una cosa, vamos poco a poco mutualizando las cosas, está pasando también con la actuación del Banco Central Europeo..." y deriva en temas económicos para terminar indicando que "todo esto hace que poco a poco, a la manera europea, que no se hace de la noche a la mañana, vayamos tejiendo algo que va teniendo más sentido desde el punto de vista social. La convicción de que estamos compartiendo no solamente una moneda, también compartimos ciudadanía y compartimos un destino y eso creo que es lo que se va imponiendo y hace tener esperanza no solo frente a la salida de la crisis sino al fortalecimiento de Europa como una democracia".
 

Reino Unido, Grecia y las distintas velocidades

 
Enrique BarónA vueltas con la unión o cohesión, el europeísmo y el escepticismo, es inevitable hablar del Reino Unido y sus actuales intenciones y así lo hace el moderador de la mesa, que se dirige a José María Gil Robles para conocer su opinión. Según el político español, la idea del Reino Unido está directamente relacionada con el impulso de las diferentes Europas, de las diferentes velocidades: "No es que a mí me guste, pero creo que por desgracia es lo que el señor Cameron está proponiendo, de una manera muy clara". Y aunque expresa su desacuerdo con esta aparente carrera de fondo, cree que acabará siendo algo así: "por desgracia creo que vendrá un tiempo en el que habrá una Europa de dos velocidades y lo que a mí me parece importante es que España tenga la misma determinación que tuvo en 1986 de estar en la Europa de la primera velocidad, que es la Europa más unida, la Europa que lucha por una mayor cohesión social. Ahí hay que estar y hay que ser protagonistas. Eso lo teníamos muy claro en el año 86 y tenemos que tenerlo muy claro ahora". 
 
Pero a Borrell no le gusta la idea de las velocidades, prefiere otros términos o una explicación más geométrica: "es obvio que hay distintas, no diré velocidades porque la velocidad es un término de espacio con respecto al tiempo, pero hay distintos grados en la integración. Lo de las velocidades se refiere a avanzar más aprisa que otros, pero es obvio que hay países que están en el euro, otros no, otros están en Schengen, otros no... vamos a una Europa con una configuración poliédrica, lo cual es una pequeña complicación a la hora de administrar una unión que quiere ser una unión política, no todo el mundo comparte las mismas políticas y por lo tanto ese poliedro, cuantos más vértices tenga, más complicado será de administrar". 
 
Los tres presidentes españoles que ha tenido el Parlamento Europeo debaten sobre la Europa socialY en cuanto al caso griego, Enrique Barón cree que todo tiene solución en la vida, "y los Estados pueden suspender pagos pero al final no quiebran". Asegura que el pueblo griego se ha pronunciado claramente a favor de quedarse en el euro y que en estos momentos hay una negociación compleja y afirma: "Soy de los que defienden que se llegue a un acuerdo y es un acuerdo que necesita reformas activas y políticas concertadas, como está pasando con los demás socios", para concluir diciendo que "no quiero hacer tabla rasa de los errores que se han ido cometiendo a lo largo de la crisis, que son muchos, pero en este momento creo que está encarrilada y hay una clarísima voluntad por la mayoría de los Estados miembros y de las instituciones europeas  de conseguir resolver el tema griego".
 
Una opinión similar a la de su compañero de mesa, José María Gil Robles, "el Gobierno griego tendrá que hacer reformas, las que sean razonables, sus socios tendrán que darle facilidades, las que sean razonables. Y ahora estamos en ese tira y afloja anterior a un acuerdo. El euro es ya demasiado fuerte para que vaya a caerse aunque los griegos decidiesen salir, que no quieren salir". Mientras Josep Borrell afirma: "ese tira y afloja dura ya demasiado tiempo, creo que estamos dando un pequeño espectáculo, habría que haber llegado ya a un acuerdo. Sería un poco incomprensible para la historia que por 7.000 millones de euros dejásemos a Grecia fuera del euro, a lo mejor no tenía que haber entrado nunca, pero está, y que provocásemos una situación de riesgo. El euro es más fuerte hoy en el sentido de que tenemos más instrumentos para resistir una crisis financiera que la que teníamos en 2009-2010, nos hemos ido construyendo sobre la marcha, pero no deja de ser una situación de cierto riesgo, porque no sabemos cómo se lo pueden tomar los famosos mercados financieros".
 

Vuelta a la política social

 
Tras dejar clara la importancia de la crisis y de las cuestiones puramente políticas que condicionan el devenir de la Europa social, se retoma de nuevo el tema de la mesa introduciendo el plan que la UE concebía en su Estrategia 2020, definida por el moderador como una estrategia que fomenta un crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo.
 
Esa era la idea, así se escribía sobre el papel, apunta Gil Robles, quien afirma: "no es así en realidad, por medio se metió la crisis y ni inteligente ni sostenible ni inclusiva. Se nos cortocircuitó la estrategia 2020. Creo que ahora estamos sacando la cabeza y una vez lo hagamos, hay un programa en marcha, el programa Junker que es un intento de relanzar la economía europea sin caer otra vez en los problemas que nos llevaron a la crisis. Vamos a esperar que salga bien, son 300.000 millones. Si esos 300.000 millones efectivamente se movilizan, va a ser una buena inyección para la UE y eso es mucho más realista que la estrategia 2020".
 
Foto de familia de la mesa “30 años después, ¿hay verdadera Europa social? La visión desde el Parlamento Europeo”Y de nuevo surge el escepticismo de los participantes en la mesa, que como Borrell creen que la UE no está para estas cosas: "en Bruselas son muy buenos en eso de poner grandes palabras encadenadas. Eso es lo que queremos, un crecimiento sostenible, que incluya a todos los miembros de una sociedad y que sea inteligente, en el sentido de que incorpore alto valor añadido, pero eso es una declaración de intenciones, entre eso y la realidad... Una vez más no le pidamos a Europa lo que Europa no puede hacer. Europa puede catalizar políticas y acompañar esas políticas, pero Europa no tiene un ministro de Economía ni un ministro de Hacienda ni de Asuntos Sociales que tengan en su mano los instrumentos. A veces los ciudadanos tienen una visión de Europa un tanto maniquea, 'Europa no hace eso', dicen, pero nadie le ha pedido que lo haga. En el campo de promover ese desarrollo, está haciendo mucho, no siempre con éxito, no siempre con los instrumentos adecuados, pero como no puede dar órdenes, tiene que intentar aunar voluntades por el camino del diálogo y de los ejemplos que cada vecino pueda aportar a la comunidad. En eso se juega un poco el futuro Europa. Si los europeos no acaban viendo que Europa ayuda a esas cosas, perderán interés en ella".
 
También hay espacio para la mujer en esta Europa social, y así presenta el tema José Manuel González Huesa, que cuenta en este caso con un claro respaldo de los tres participantes porque, tal y como afirma Enrique Barón: "esto requiere políticas fuertes articuladas entre los diferentes Estados, los partidos, de gobierno y oposición, y a nivel europeo, porque es una competencia europea en la medida en que se plantea desde el punto de vista de la discriminación. No es una competencia plenamente europea en relación con lo que puede ser la legislación nacional, pero creo que es una prioridad absolutamente decisiva en este momento".
 
Por su parte, José María Gil Robles añade un dato que le parece de suma importancia: "El parlamento europeo que nosotros hemos presidido, no sé si es el único pero puede ser de los pocos que tiene una Comisión de derechos de la mujer, los parlamentos nacionales normalmente no la tienen... y eso indica un nivel de preocupación, un deseo de trabajar, luchar por esta igualdad y la comisión de derechos de la mujer del parlamento europeo es una comisión no solo muy activa sino realmente combativa y en Europa ha sido la pionera de muchas políticas de apoyo a la igualdad de la mujer". 
 
Para terminar, también se ofrece un cierto protagonismo a la actualidad y a las noticias más recientes sobre la presión internacional a España para que suba los impuestos, reduzca salarios y aumente copagos para seguir combatiendo la crisis. Ninguno de los ex presidentes comparte esta visión, la combaten en gran medida, como hace Josep Borrell al afirmar: "yo no soy partidario de subir los impuestos por que lo diga el FMI. España tiene una presión fiscal que sigue siendo creo la tercera más baja de Europa, eso quiere decir que tenemos unos niveles de fraude muy grandes, y antes de subir los tipos para que paguen más los que ya pagan quizás sería bueno hacer una política más decidida para conseguir que los que no lo hacen, lo hagan y a lo mejor así no hay que subir los tipos. En España, a la hora de subir nominalmente los impuestos hemos ido ya muy lejos y no se ha hecho lo mismo en la capacidad de gestión de estos impuestos, creo que se le puede sacar más rendimiento a la actual normativa. La solución de subir los tipos impositivos, en Grecia por ejemplo lo han subido mucho con muy escasos resultados recaudatorios. En España nos podría pasar lo mismo".
 
Finalmente, Enrique Barón explica que el copago ya se practica en nuestro país, tanto en educación como en sanidad y comenta con cierta ironía las recomendaciones del FMI: "con estas recomendaciones del FMI procuro mirar la fecha porque las repiten casi siempre, no son noticia, lo que se repite de esa manera acaba siendo una cantinela y no tiene efecto. También es interesante estudiar en qué medida se puede mejorar la eficacia del sistema. En este momento hay copago, en los sistemas concertados de educación, en la sanidad pública hay copago en las medicinas, y en principio creo que puede tener su razón de ser en relación con el nivel de renta y las necesidades de las personas".  
 
A continuación, el vídeo con la mesa de debate “30 años después, ¿hay verdadera Europa social? La visión desde el Parlamento Europeo”:
 

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