Entrevista

Blanca Fernández Morena, consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha

“Apostar por la mayor accesibilidad en los servicios públicos es nuestra seña de identidad”

22/04/2022

Refugio Martínez

Hemos pasado por dos años de pandemia y, ahora que parece que el virus está controlado, comienza la guerra de Ucrania y se dispara la inflación. Todos estos factores están determinando una legislatura difícil y, precisamente por eso, Blanca Fernández entiende que ahora más que nunca hay que fortalecer los servicios públicos y las ayudas a las personas con discapacidad, sobre todo, a las mujeres y niñas con discapacidad, por ser las más vulnerables, por ser las que más padecen las violencias de todo tipo y por ser las que más difícil lo tienen para alzar la voz a la hora de denunciar las injusticias. Estos son algunos de los temas de los que hablará Blanca Fernández, en el V Foro Social de Mujeres y Niñas con discapacidad, que se celebrará el próximo mes de noviembre, en Albacete.

Usted lleva al mando de la Consejería de Igualdad más de dos años. Tras toda esta experiencia, ¿cómo describiría la situación de la discapacidad?

Hay un elemento que tenemos que tener en cuenta que no es otro que las barreras que se encuentran las mujeres con discapacidad, especialmente con discapacidad mental, para acceder a los servicios públicos. Aunque estos servicios están para ellas igual que para el resto de la población, a nuestros centros de la mujer acuden con menos asiduidad de la que se podría suponer.

En este sentido creo que, si las políticas públicas pueden llegar a las mujeres con discapacidad es, en buena medida, por las entidades del Tercer Sector, por plataformas tan importantes como el CERMI y por todas las asociaciones que trabajan en el mundo de la discapacidad.

Eso nos demuestra que, las entidades del Tercer Sector –­­todo ese tejido social tan vivo en Castilla-La Mancha– son imprescindibles porque ayudan a que el Gobierno regional pueda llegar a todos los rincones del mundo de la discapacidad.

¿Qué me puede decir de la brecha laboral entre las personas con discapacidad y las que no la tienen?

En realidad, desde hace muchos años, en Castilla-La Mancha, estamos trabajando en esto con bastante rigor y creo que el hecho de que nuestra tierra sea, en este momento, la que más empleo presenta y la que mayor tasa de actividad tiene de toda España en relación a las personas con discapacidad no es una cuestión fortuita. Estos datos responden al trabajo de muchos años realizado por las políticas del Gobierno regional que, también, tienen mucho que ver con la sensibilidad que ha ido creciendo en relación al colectivo de la discapacidad y que, indudablemente, también tienen que ver con la labor que se hace desde el Tercer Sector. Esto explica que estemos porcentualmente muy por encima de la media nacional.

Ahora, si comparamos la tasa de empleo de las personas que tienen discapacidad y las que no la tienen, vemos que todavía hay muchísimo por conseguir. Y, si analizamos cómo afecta el desempleo a mujeres y a hombres también en el mundo de la discapacidad, vemos como hay una brecha aún mayor en el mundo de las mujeres. Por tanto, ahí hay que poner énfasis y no cansarnos, ni agotarnos para seguir implementando las políticas públicas que son imprescindibles si queremos alcanzar los objetivos que nos vamos marcando.

¿Tiene previsto alguna reforma legislativa a nivel autonómico que mejore y proteja los derechos de las personas con discapacidad?

En el ámbito de la Consejería de Bienestar Social ya se han hecho grandes avances. En la pasada legislatura, pudimos exhibir con orgullo una ley de protección para las personas con discapacidad, en donde se regula que, aunque falten los padres, la Junta de Castilla-La Mancha se hará cargo de las personas con discapacidad porque no las vamos a dejar solas.

En esta legislatura, el objetivo del Gobierno regional pasa por universalizar la atención temprana de 0 a 3 años e, incluso, extenderla a los 6 años. Nos parece muy importante de cara a reducir la discapacidad porque, las personas que tienen discapacidad, posiblemente, tendrían un grado de discapacidad menor si se les hubiera atendido a tiempo y se les hubiera dado un tratamiento adecuado, una estimulación temprana y un diagnostico a tiempo. En lo relativo a la atención temprana, ya hemos conseguido dejar prácticamente a cero las enormes listas de espera que nos encontramos cuando llegamos al Gobierno.

Lógicamente, lo que más nos preocupa es fortalecer el sistema de la dependencia, en donde hemos invertido más de 500 millones de euros del presupuesto público, una cantidad elevadísima que está justificada porque es justicia social en vena. Haber podido incrementar el número de las personas que se benefician del sistema de dependencia a través de la ayuda a domicilio, de estancias diurnas, de centros especiales, de viviendas residenciales o de residencias, ha supuesto un esfuerzo importantísimo pero es justicia social.

Para que desde las administraciones se sepa cuál es la realidad de estos colectivos, se necesita que éstos participen en la vida social y política y que transmitan a las administraciones sus demandas. Para conseguirlo, ¿cómo cree que se puede aumentar esa participación?

Valoró muy positivamente la actual participación, indudablemente, todo lo que se pueda mejorar y perfeccionar, bien venido sea, pero la participación actual en Castilla-La Mancha está muy, muy organizada. La sociedad, en general, y las instituciones, en particular, tienen mucho respeto a las entidades que trabajan en materia de discapacidad, entidades que han conseguido que las personas que no tienen voz habitualmente o que es muy difícil que puedan acceder a las instituciones se hagan escuchar a través de estas asociaciones.

Cuando empezó el movimiento de la discapacidad, eran prácticamente los familiares los que estaban detrás de estas asociaciones y, aunque tienen buena voluntad, les faltaba conocimiento. Sin embargo, en la actualidad, se han profesionalizado y eso ha supuesto un salto cualitativo, un salto de gigante, no solo en lo referente a ser altavoces ante las administraciones sino también, en todo lo relativo a mejorar la calidad de vida de estas personas.

La Fundación CERMI Mujeres ha organizado para noviembre, el V Foro Social de Mujeres y Niñas con Discapacidad, en Albacete, al que usted está invitada. Por eso, en esta entrevista, como anticipo, vamos a hablar de este colectivo tan desprotegido. En este contexto, ¿cree que una mujer con discapacidad sufre discriminación por partida doble?

Discriminación directa a lo mejor no, pero sí barreras por partida doble. Nosotras en el Instituto de la Mujer contamos con una línea de subvenciones y ayudas para la prevención de la discriminación múltiple, que precisamente está pensada para todas aquellas intersecciones que les afectan a las mujeres como puede ser la discapacidad, entre otras. Desde que se creó esta línea ya hemos invertido un millón de euros que nos ha permitido hacer proyectos muy necesarios para prevenir y sensibilizar contra todo tipo de violencia, incluida la violencia sexual, donde lamentablemente hay mucha prevalencia de mujeres con discapacidad.

Creo que es evidente que, en este sector hay que hacer un esfuerzo añadido. Las mujeres todavía pasamos por esa aspiración de alcanzar la igualdad, que todavía no hemos conseguido, pero en el mundo de la discapacidad es evidente que las mujeres sufren un nivel de prevalencia de la violencia machista y de todo tipo de violencia que está muy por encima del resto de la población y por eso, tenemos que prestarle mucha atención.

¿Con qué barreras se están encontrando las mujeres y niñas con discapacidad? Y desde la Consejería que usted dirige, ¿qué medidas se están tomando para derribar las citadas barreras?

Nosotros hace tiempo que venimos trabajando con asociaciones para sensibilizar, para prevenir y para implantar una formación adecuada a las capacidades de las mujeres y niñas con discapacidad, que son más de las que nos pensamos, para que estas mujeres puedan tener autoestima y saber cómo reconocer la violencia a la que han sido sometidas o a la que puedan llegar a ser sometidas.

El año pasado tuvimos varias experiencias en las que me gustaría detenerme porque creo que son muy bonitas y es por donde hay que ir. Por ejemplo, con la Federación de Planificación Familiar Estatal hicimos un proyecto para proteger y prevenir la violencia y el abuso sexual en mujeres con discapacidad intelectual. Creo que esto es muy necesario porque ellas son las más vulnerables ya que son las que menos voz tienen al no saber cómo pedir ayuda.

Otra experiencia muy bonita, fue la que hicimos con la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Castilla-La Mancha. Con esta iniciativa creamos unas sesiones muy interesantes para la prevención de la violencia sexual y para fomentar la autoestima de las mujeres con enfermedad mental a través de relaciones afectivas en igualdad de condiciones.

Con la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual, realizamos el proyecto Cuanto te quiero, con el objetivo de sensibilizar sobre la violencia de género en el ámbito de la juventud con discapacidad, especialmente, en las mujeres jóvenes con discapacidad. Con Plena Inclusión, hicimos el proyecto Mirar hacia ellas 2021.

Todas estas experiencias son ejemplos concretos de por donde tenemos que actuar ya que, hasta ahora, habíamos incidido poco en las mujeres, en la necesidad de que se empoderen y aprendan a conocer lo que valen, en reforzar su autoestima, en que sepan reconocer la violencia y sepan, sobre todo, cómo y dónde actuar, como pedir ayuda o como recurrir a los servicios de protección. Es aquí donde más tenemos que incidir porque es donde más barreras hay.

En estos momentos tampoco podemos olvidar la situación que están viviendo las víctimas de la guerra de Ucrania. ¿Cómo cree que puede afectar esta guerra a las personas con discapacidad que se han quedado allí y a los refugiados?

Aquí pido una cosa y hago una reflexión. Creo que el voluntarismo y la buena fe nunca sobran, pero pienso que es aquí donde las administraciones públicas tienen que jugar un papel muy importante. No hay que pensar que, como son personas con discapacidad que están en un contexto de guerra, las traemos aquí y las llevamos a cualquier parte, no, hay que atenderlas dignamente. Les sacamos de un contexto de guerra y, posiblemente les estemos salvando la vida, pero eso no significa que no haya que atenderlas con dignidad ya que, estas personas con discapacidad son especialmente vulnerables, sobre todo, las mujeres y niñas con discapacidad intelectual que pueden acabar en redes de tratas de personas.

¿Cuáles son los principales temas que tiene en su agenda política sobre la mujer y sobre la discapacidad hasta el final de la legislatura?

Antes de finalizar la legislatura, para nosotros, es muy importante aprobar la ley de la universalización de 0 a 3 años en atención temprana. Ese sería el gran objetivo, pero eso no quiere decir que no haya que seguir trabajando en distintos ámbitos como en el del empleo, a través del impulso de nuevos Centros Especiales de Empleo.

Precisamente en el sector laboral, Castilla-La Mancha ha destinado 20 millones de euros para favorecer el empleo de personas con discapacidad. También, hemos avanzado en la reserva de puestos de trabajo en las oposiciones de la Administración Pública, en las políticas activas de empleo para que las empresas contraten a personas con discapacidad y que no sean siempre las contrataciones a través de Centros Especiales de Empleo. Todo esto, está dando, poquito a poco, sus frutos.

Después de una pandemia de dos años y con una guerra en Ucrania estamos, ahora mismo, en una situación tan compleja que, aunque las prioridades sociales las debemos seguir manteniendo, nos hemos encontrado con problemas que no teníamos. Esto provoca que, en esta legislatura se nos escapen algunas decisiones como el agua entre los dedos pero nuestro compromiso político sigue estando ahí. Nuestro compromiso político en el mundo de la discapacidad pasa, de una manera muy determinante, por el fortalecimiento de los servicios públicos. La no privatización y el apostar por la mayor accesibilidad en los servicios públicos es nuestra marca y nuestra seña de identidad.

A partir de ahí, marcaría varias líneas estratégicas. Una: el empleo. Otra: atender de manera muy temprana a los niños y a las niñas. Y, por último: mejorar la atención a las mujeres con discapacidad que puedan estar sufriendo violencia, una violencia invisible porque ellas todavía no tienen voz para levantarla. Desde la Consejería de Igualdad queremos implementar medidas para intentar sacar de la invisibilidad a esas mujeres con discapacidad que sufren violencia y que, todavía no recurren a los servicios públicos. En este sentido, me parece muy oportuno el V Foro Social de Mujeres y Niñas con discapacidad, que va a organizar la Fundación CERMI Mujeres en el mes de noviembre y, estoy muy agradecida por la invitación.