Síguenos en

  • Ir a Cermi en facebook.
  • Ir a Cermi en twitter.
  • Ir a Cermi en Linked in.
  • Ir a Cermi en Instagram.
  • Ir a Cermi en Youtube.

CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 13 de septiembre de 2013cermi.es semanal Nº 91

Ir a Cermi en Instagram.

"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Opinión

“Derecho a Maestro”

Por Enrique Galván, Director de FEAPS

08/09/2013

Enrique Galván, Director de FEAPSEn la historia reciente de España hay capítulos desconocidos pero de cuyo análisis podríamos entender como hemos avanzado y aprendido como sociedad. Muchas realidades quedan escondidas y nuestra joven democracia no ha sabido aún transmitir como patrimonio del bien común aquellos acontecimientos y el espíritu delucha que supusieron. 
 
En los años 50 las familias de personas con discapacidad intelectual y algunos profesionales libraron una batalla por el derecho a maestro para todos. Hay que recordar que se clasificaba a los niños y jóvenes con discapacidad intelectual como “custodiables”, “entrenables” y “educables”. El derecho a maestro para todos, no sólo abrió una nueva etapa en la educación especial, sino que supuso un beneficio y un logro para el conjunto del sistema educativo y de la sociedad. 
 
Doña María Soriano, pionera en este campo, o Doña Carmen Gayarre, madre de una persona con síndrome de Down y pedagoga, fueron abanderadas entre otros muchos en la batalla frente a la administración educativa y a una sociedad que se preocupaba más por el analfabetismo de la población en su conjunto que de atender a una minoría como las personas con discapacidad. No eran entonces la prioridad. Posteriormente se ha demostrado que la innovación pedagógica y los conocimientos que aportó la educación especial en España supusieron un beneficio para muchos alumnos y alumnas que no presentaban discapacidad, y además rompieron tabúes y modelos mentales que dignificaron a las personas y la sociedad en la que vivían. 
 
Hoy, en un ambiente de recortes, con aumento de ratios, eliminación de módulos y en general reducción de los recursos con los que cuenta el sistema educativo, se propone la LOMCE como respuesta para dar mayor sostenibilidad y eficiencia a nuestra escuela, obtener mejores cotas de preparación de los alumnos y alumnas para incorporarse al mercado de trabajo, dominio de lo tecnológico, conocimiento de idiomas, flexibilidad de propuestas formativas, evaluación externa… 
 
La LOMCE reconoce la educación inclusiva como una característica primordial de nuestro modelo educativo. También es conocido que en España convive el sistema ordinario de educación con el específico en centros de educación especial. Algo sobre lo que la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad nos ha llamado la atención recomendando que promovamos un modelo inclusivo efectivo con mayor peso de la opinión de las familias y evitando en lo posible la segregación. El debate entre educación especial específica o inclusiva está servido; hay familias que defienden la calidad y especialización en centros de educación especial, frente a otros padres que quieren que sus hijos vayan al colegio de sus hermanos, con los apoyos necesarios. Este debate se ha llevado hasta los tribunales donde algunos padres se niegan a escolarizar a sus hijos en centros específicos. 
 
Está claro que, como en los años 50, las personas con discapacidad y especialmente los niños con discapacidad intelectual o del desarrollo no son la prioridad. Es cierto que hay una necesidad de abordar mejoras en muchos ámbitos del sistema educativo, pero se pierde una oportunidad –a nuestro modo de ver fantástica–, para proponer una verdadera y profunda estrategia de escuela inclusiva, que en el futuro redundará en una sociedad más inclusiva. La LOMCE aborda el hard de la educación pero deja sin respuesta el soft, y es tan necesario el uno como el otro.
 
Hoy en día, una empresa que contrata personas con discapacidad cuenta con un indicador de que su proyecto empresarial, la gestión de sus personas, la búsqueda de talentos diversos, los valores que le animan, etc. están bien orientados. Y la escuela tiene una oportunidad de ser enriquecida, si enfoca la calidad unida de forma decidida a la inclusión. En una sociedad con un alto nivel de desigualdad social, ausencia de espacios comunitarios de relación, con familias en situaciones extremas, con una importante falta de comunicación interpersonal, y una realidad multicultural compleja, cada vez es más importante generar en la comunidad educativa proyectos y espacios de convivencia, participación, conocimiento mutuo que enseñen a vivir en la diversidad y en el respeto. Por tanto, no hablamos de personas con discapacidad solamente; beneficia al inmigrante, a los hijos de familias pobres o en riesgo de estarlo, los niños con adicciones, los alumnos y alumnas que pasan muchas horas solas en las casas, y al resto de niños y niñas. Todos aprenden a convivir. 
 
La sociedad no se construye desde “escuelas sálvese quien pueda”, sino a través de la construcción compartida de proyectos singulares de vida en entornos justos y con los apoyos necesarios. Del preámbulo de la LOMCE nos vale todo, en las medidas que incorpora falta una importante parte de la sociedad que vuelve a reclamar como entonces el derecho a maestro/a en una escuela inclusiva que seguro va a promover una sociedad más justa y solidaria.
  • facebook
  • twitter
  • linked in
  • enviar a un amigo
  • imprimir noticia

Con el apoyo de:

  • Logotipo de El Goberno de España - Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Secretaría de estado de servicios sociales. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de la Fundación ONCE. Abre una ventana nueva.
  • CERMI. Innovación social en discapacidad. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de El Goberno de España - Ministerio de Asuntos sociales, unión europea y cooperación. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de la Hablamos de Europa Abre una ventana nueva.

    ¿Dónde estamos?

    Calle Recoletos, 1 Bajo, 28001 Madrid - España