"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Entrevista
Maribel Cáceres, vicepresidenta de la Confederación Plena Inclusión
“Puedo hacer cualquier cosa que me propongan y representar a las personas con discapacidad en cada lugar al que vaya”
16/07/2021
Blanca Abella
Tiene 36 años y hace tan solo 4 comenzó a asumir puestos de responsabilidad en Plena inclusión, empezando por el Grupo de Apoyo a la Dirección, Gadir. Hace apenas un mes fue elegida vicepresidenta en la junta directiva de la confederación, en representación de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, para que su voz llegue a todas partes. En cada una de sus respuestas suele anteponer el interés general y siempre hace referencia a las personas que representa y sus reivindicaciones.
Fue un comienzo muy bonito porque no conocía nada de las cosas que se hacían a nivel nacional, conocía lo que se hacía en Plena Inclusión Extremadura, en la federación, pero fue muy impactante llegar a la confederación porque además comencé a viajar por Europa y fue algo muy bonito, me gusta mucho viajar. A partir de ahí no he parado.
¿Recuerdas esa experiencia inicial como algo valioso o como un momento difícil?
Al principio fue duro porque no estaba acostumbrada a tratar esos temas, pero Gadir me ha venido bien, primero porque viene bien al colectivo al que represento, pero a mí, personalmente, me ha cambiado la vida, no soy la misma de entonces.
¿Cuáles eran las principales reivindicaciones que el Grupo de apoyo trasladaba a la dirección?
Lo más importante siempre ha sido la autorepresentación, pero también el trabajo y la vivienda.
¿Cuál es vuestra posición a la hora de reclamar una opción de vida para las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo?
Soy una firme luchadora en este tema y lo que reclamamos es que en vez de que las personas estén en residencias, que suelen estar apartadas, queremos tener la posibilidad de elegir viviendas en la comunidad, ya sean pisos tutelados o no, pero que estén en la comunidad.
¿Y en cuanto al empleo?
Queremos más oferta de trabajo porque el porcentaje que hay es mínimo y luego hay sitios en los que tienes el inconveniente de cómo te van a tratar, tenemos apoyo, pero hay compañeros que lo pasan mal en sus trabajos.
Poco antes de cumplirse el año en Gadir, entras en la junta directiva de Plena inclusión, ¿cómo fue ese salto?
Siempre cuento con el apoyo de mi federación, sobre todo de Sebastián González, que es el gerente, y si en algún momento surge un tema que no controlo bien, me ayudan y voy con más información a las reuniones. Tengo un equipo de apoyo muy bueno, entre otros, Laura Espejo y Enrique Galván, de la confederación.
Un tema en el que siempre has estado muy implicada es el de la mujer, ¿cuáles son tus principales reivindicaciones para las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo?
En nuestro colectivo, normalmente las ponencias las hacen los hombres y nosotros hemos pedido que haya paridad y se han ido consiguiendo cositas en Plena Inclusión. Pero ahora estoy con una cosa muy importante, una lucha que inicié hace tiempo, la idea salió en una conversación que tuve con el presidente de la Federación de Extremadura y al final lo hemos conseguido y en marzo se ha creado la asociación de mujeres con discapacidad intelectual de Extremadura, cuya junta directiva está formada en su totalidad por mujeres con discapacidad.
Es una iniciativa muy interesante y prometedora, ¿qué planes tenéis en esta asociación?
Somos las primeras en crear una asociación de este tipo, y ahora mismo estamos probando, intentando conseguir cosas poco a poco y el otro día nos reunimos con la consejera de igualdad de Extremadura para conseguir apoyo. En la reunión estuve yo como presidenta y ahora lo que necesitamos es recaudar dinero, aparte de eso, estamos formando a las mujeres de la junta sobre el funcionamiento de una asociación. La formación es lo básico, por ahora, porque llevamos poco tiempo y porque lo hacemos ‘on line’ y nos limitamos a explicarles el papel de cada una, ya sea secretaria o vicepresidenta o qué cosas se pueden compartir…
¿Cuál crees que es la principal labor de esta asociación que presides?
Dar visibilidad a las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo en Extremadura, eso lo primero, lo segundo es que nos gustaría que fuera un empuje para que otras entidades se pongan las pilas y creen asociaciones como esta, porque si no somos visibles, no existimos.
En cuanto a la vicepresidencia de la confederación Plena inclusión que asumiste hace apenas un mes, ¿cómo llegaste a ese cargo?
Siempre he pensado que debería haber ahí una persona con discapacidad y no me hacía falta que me animaran… Uno de los días que vine a Madrid y coincidí con el presidente, él se había reunido con su equipo y como había que hacer cambios y renovar el cargo de la vicepresidencia, decidieron que ese puesto podía ocuparlo una persona con discapacidad y pensaron en mí… Me impactó mucho, porque no me lo esperaba, pero les dije que sí.
¿Cómo te sientes?
Siento que tengo mucha más responsabilidad y que cada cosa que vaya a decir tengo que pensarla bien, pero creo que puedo hacer cualquier cosa que me propongan y que mi papel fundamental es representar a las personas con discapacidad en cada lugar al que vaya. Voy a seguir haciendo lo que se me da bien.
Que es…
Lo que se me da bien es ir a todos los sitios en nombre de todas las personas con discapacidad de España y representarlos.
¿Qué echas de menos en todas estas reuniones a las que asistes desde hace cuatro años?
Un poco más de accesibilidad cognitiva porque a veces no se entienden las cosas que se plantean en el propio movimiento asociativo.
Para terminar, Maribel, ¿qué has ganado tú, personalmente, en estos cuatro años de trabajo intenso y en representación de tantas personas?
Hoy en día me cuesta creer que he llegado hasta aquí, pero me siento preparada por lo que ya sé de nuestro movimiento y sé que puedo defender al colectivo al que represento, pero también porque tengo un equipo humano detrás que me está apoyando. Personalmente he ganado autonomía, antes ni me imaginaba que iba a viajar sola, y por Madrid menos todavía, sin nadie que me apoye. He ganado mucha autonomía y me siento capaz de hacer todo lo que me propongan. ¡Ahí voy para adelante!
