Activistas

Francisco de Jesús Valverde. Presidente de Placeat

"Soy apóstol de los ODS, de la Agenda 2030 y de la Convención de la ONU"

01/03/2019

Rafael Olea

Francisco de Jesús Valverde irradia pasión cuando habla tanto de la discapacidad como de Plasencia. Ha dedicado con intensidad gran parte de su vida a ambas. El resultado: preside desde hace 27 años ‘Placeat’, una asociación con sede en la ciudad episcopal que presta servicios a 160 adultos con discapacidad intelectual. Actualmente, defiende la necesidad de crear "un itinerario vital" para este colectivo y lograr el cumplimiento de la Convención de Discapacidad y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Tras una intensa vida dedicada a la docencia, Francisco de Jesús Valverde puede presumir de esa cualidad que tanto envidia alguna gente en edad activa: disfrutar de la vida tras una merecida jubilación y dedicar con intensidad el tiempo a lo que más le satisface. En su caso, lo tiene claro: divulgar la rica historia de su amada ciudad, Plasencia, hacer deporte -recorre cada día 25 kilómetros en bici y nada 1.000 metros- y, ante todo, colaborar en mejorar el día a día de las personas con discapacidad intelectual.

De hecho, gran parte de su vida la ha dedicado a este colectivo. Su activismo activo en la discapacidad comenzó en el año 1972, cuando nació su hija Ana Carolina. En el parto, tuvo anoxia -falta o disminución de oxígeno en las células, los órganos o la sangre-, que motivó a la niña una discapacidad. El diagnóstico inicial no fue bueno, un neurólogo afirmó que no iba a recuperar movimiento, pero a Francisco de Jesús se le abrió un nuevo horizonte cuando conoció algo que por entonces comenzaba a implantarse en España: la rehabilitación y la estimulación temprana.

La familia se dividió momentáneamente durante un tiempo: Ana Carolina se desplazó con su madre a Salamanca para iniciar tratamiento y Francisco de Jesús continuó en Plasencia, donde profesionalmente se dedicaba a otra de sus pasiones: la docencia. Los fines de semana, cruzaban el sistema Central y nuevamente se juntaban. Así, hasta que la familia pudo volver a Plasencia.

Al mismo tiempo, Francisco de Jesús se volcó en incorporar en las aulas la educación especial, la logopedia… y se adhirió a la primera asociación de personas con discapacidad intelectual que se creaba en la localidad cacereña. “Esos fueron mis inicios como activista en Placeat, organización integrada en Plena Inclusión y que presido desde el año 1999, desde el cual –afirma con una sonrisa irónica– estoy incumpliendo todas las normas de no repetir mandato”.

En su labor docente, fue uno de los pioneros en apostar decididamente por la inclusión. Lo hizo tanto en 1986, como director de un colegio público, como desde el año 1991, cuando accedió al Ponce de León, un centro de educación especial. “En él, hice lo que ahora parece una novedad, al hacer de aquel colegio un centro de recursos”. Para ello, instauró un modelo inclusivo, en el que hubiera ayudas y recursos para garantizar la educación de los alumnos con necesidades especiales e, incluso, los profesores de estos asistieran a las aulas ordinarias.

Francisco de Jesús también puso el acento en ayudar a los adultos con discapacidad intelectual. “De hecho”, afirma, “Placeat es una asociación de personas adultas y solo admitimos mayores de 19 años”. El motivo de ello es que los menores cuentan con más recursos, como la educación inclusiva, pero no así los adultos con discapacidad intelectual que, afirma, “cuando acaban los estudios, siguen necesitando la necesidad de recibir ayuda y prestación de servicios”.

Además, subraya el aumento de la esperanza de vida de estas personas, que hace unas décadas era de aproximadamente 25 años y ahora fácilmente superan los 65 años. Esto, motiva que la cifra de personas adultas y mayores con discapacidad intelectual haya aumentado considerablemente.

 

Itinerario vital

 

“Estamos luchando por conseguir que el itinerario vital de la persona con discapacidad intelectual esté asegurado”, puntualiza el activista y explica en qué consiste este trascendental concepto: “Al nacer debe recibir estimulación precoz. Después, cursar estudios en aulas de integración o específicas, pero de manera que después de cumplir 20 años tengan asegurada plaza en un centro ocupacional”.

Asimismo, lamenta la situación de muchas personas mayores con discapacidad intelectual. “Lo malo no es –solo- la muerte física. No se puede desterrar a una persona de donde vive, por eso queremos desarrollar el itinerario vital. A muchos de nuestros usuarios mayores los mandan a más de 100 kilómetros de los padres y nunca se vuelven a ver porque los progenitores estén mayores o, incluso, ingresados en residencias geriátricas“.

Para evitar esta terrible situación, desde Placeat ha logrado llevar a algunos de sus usuarios –con discapacidad intelectual- a las residencias geriátricas en las que están ingresados sus padres con el objetivo de que las familias puedan reunirse. Además, critica que el actual marco regulador extremeño disponga que todo usuario tenga que abandonar sus residencias al cumplir 60 años y dirigirse a centros geriátricos ordinarios.

Francisco de Jesús trata de encontrar una solución racional a la problemática anteriormente mencionada. Para ello, está impulsando la construcción de la que sería la primera residencia compartida para personas mayores e hijos con discapacidad intelectual.

Placeat

La labor de la entidad presidida por Francisco de Jesús Valverde, Placeat, se centra en la ciudad de Plasencia. Actualmente, atiende a 160 personas adultas con discapacidad intelectual. En ella, encuentran servicios como centro de día y talleres ocupacionales. Para beneficiar a los más mayores, han creado un ‘taller de bienestar’ con actividades adaptadas y específicas para ellos. Además, disponen de dos residencias de 40 camas cada una.

Para garantizar una salida laboral a los usuarios, hace 20 años crearon el Centro Especial de Empleo Placer, que cuenta en la actualidad con 20 trabajadores. Además, en 2010 creó la Fundación Placeat “para ser el Paraguas de nuestra Asociación, apoyando sus ideas, consiguiendo nuestras metas, cumpliendo nuestros sueños”.

Además, de estas entidades, Francisco de Jesús Valverde también ha participado activamente en la discapacidad organizada. Fue presidente de la Fundación para la Promoción y Apoyo a las Personas con discapacidad de Extremadura (Futuex), puesto en el que participó en el primer informe Olivenza. También, fue presidente de Plena Inclusión Extremadura y vicepresidente del CERMI Extremadura.

Aparte de la discapacidad, Francisco de Vicente trabaja por divulgar la rica historia de Plasencia a través de la asociación 'Pedro de Trejo'. Precisamente, el nombre de Placeat procede del lema latín de esta ciudad cacereña, 'ut placeat deo et hominibus', que significa 'para que agradece a dios y a los hombres'. 

Pero no todo es presente y pasado en la vida de Francisco de Jesús Valverde. De cara al futuro, afirma" "ser apóstol de los ODS, de la Agenda 2030 y la Convención sobre los Derechos de las Personas con discapacidad, aprobada por las Naciones Unidas y que hay que aplicar plenamente en España". “Como se ve", puntualiza, "queda todavía mucho camino por recorrer”.