Entrevista

Lidia Parra Sánchez, presidenta de ASEMDIS y codirectora de los centros Interactúa y Arenas de Monsu

"Dar visibilidad a los emprendedores con discapacidad es crucial para demostrar que tenemos el mismo valor que un emprendedor sin discapacidad"

14/01/2022

Refugio Martínez

Hace casi doce meses, varias personas relacionadas con el Grupo Social ONCE se reunieron para hablar de la discapacidad y del emprendimiento. Allí, se sembró la semilla de lo que hoy es ASEMDIS (Asociación de Emprendedores con Discapacidad), una entidad cuya misión es asesorar, acompañar y dar soporte a personas emprendedoras con discapacidad. Su presidenta, Lidia Parra Sánchez, hace balance del recorrido de esta asociación, recién nacida, que empezó a dar sus primeros pasos en el corazón de la pandemia.

Hace un año, aproximadamente, que nació ASEMDIS, ¿cómo surgió la idea?

La idea surgió de un grupo de emprendedores con el nexo de unión de Fundación ONCE, que nos echó una mano, a nivel de asesoramiento, a través del Programa por Talento. La citada entidad nos convocó a una reunión para tratar el tema de la discapacidad y de las necesidades que teníamos como emprendedores y de ahí salió la propuesta de hacer una asociación.

Primero, hicimos un grupo de WhatsApp y ahí empezamos a organizarnos y a reunirnos con carácter semanal. Después, hicimos jornadas de networking entre nosotros para ver exactamente a que se dedicaba cada uno y para analizar cuáles eran las dificultades y necesidades que teníamos en las diferentes etapas del emprendimiento.

La idea era poder colaborar con otras personas que estuvieran en la misma situación y ofrecer la oportunidad de emprendimiento a otros colectivos que no tuvieran el mismo bagaje, pero sí la ilusión de poder realizar un proyecto a su medida. Hay algunas personas que emprenden por necesidad pero muchos, la gran mayoría, emprendemos por un sueño, porque queremos cambiar algo en la sociedad, mejorar algo, estar al servicio de las demás personas aportando el valor que cada uno tiene.

Y tras un año de andadura, ¿cuál es su balance?

Ser emprendedor, al final, hace que te sientas un poco solo. No es como cuando estás por cuenta ajena, en un colectivo grande, donde tienes muchos amigos en el trabajo y un horario marcado. Por eso, pertenecer a ASEMDIS ha supuesto para mí un enorme enriquecimiento a nivel personal ya que puedes compartir con otras personas que están en tu misma situación. A nivel profesional, creo que a todos nos ha enriquecido el hecho de poder conectar con otras personas y poder intercambiar ideas sobre recursos humanos, sobre modelos de negocios o sobre validación de ideas, entre otras cosas.

Y, como presidenta de ASEMDIS, creo que el balance también ha sido muy positivo porque a través de este colectivo se han puesto en contacto personas que no se conocían de nada, cada uno con nuestros sueños, nuestros momentos, nuestra empresa y en nuestra ciudad, para hacer realidad el sueño de otras personas.

Ahora estamos en un momento de captación de socios y de salirnos un poco de nuestro grupo para invitar a más gente que quiera participar con nosotros, tanto activamente como a través de nuestros servicios. También, nos gustaría aportar valor a las empresas. Por eso, queremos llevar a cabo una lista blanca de ASEMDIS, en donde estarían incluidas las empresas que asumen acciones de responsabilidad social. Esto me parece una oportunidad para las empresas y para nuestros asociados y puede ser un nexo de unión entre ambos.

¿Qué necesita una persona para ser emprendedora?

Creo que una persona emprendedora, además de la necesidad de trabajar, debe tener inquietud y vocación. Por otro lado, son necesarios aspectos relativos al emprendimiento como la planificación y la organización. En el caso de las personas con discapacidad, que tenemos unas peculiaridades diferentes, es necesario el sueño de querer hacer algo que esté al servicio de los demás, es decir: la actitud.

¿Cómo puede afectar la discapacidad en estas actitudes que has mencionado?

La discapacidad tiene las dos caras de la moneda. Por un lado, requiere de un esfuerzo constante que puede suponer una carga, una mochila pesada pero, por otro lado, también lleva asociada una resiliencia, que es la capacidad de ir superándose y de saltar obstáculos. Eso sí que es una característica principal de todos los emprendedores, la resiliencia. Hay un obstáculo, lo salto y sigo hacia adelante. En cierta manera, la discapacidad ya hace que tu tengas ese valor en tu día a día.

¿Tener discapacidad puede suponer una barrera a la hora de emprender?

Las barreras nos las ponemos nosotros. La discapacidad evidentemente es un aspecto asociado, es una barrera, pero lo importante es poder saltarla. Las personas con discapacidad ya sabemos lo que cuestan las cosas, nos conocemos y hemos salido adelante. Muchos de nosotros, emprendedores con discapacidad, a lo mejor, si no tuviéramos la discapacidad, no hubiéramos emprendido.

¿Qué herramientas existen a nivel institucional y a nivel privado para que las personas con discapacidad puedan emprender un negocio?

Creo que hay muchas entidades que echan una mano a nivel de emprendimiento y de discapacidad pero muchos emprendedores no lo saben, no saben exactamente como poder hacer un camino fluido. Y lo que pretende ASEMDIS es ser el altavoz de esas empresas o esas entidades que echan una mano. Uno de los objetivos de ASEMDIS es recopilar exactamente las ayudas de todo tipo y ponerlas al servicio de la gente para que los emprendedores puedan conocer todas las facilidades económicas y puedan optar a un asesoramiento de calidad con una planificación, un plan de negocio y de evolución del mismo.

¿Cómo se puede fomentar el emprendimiento en el sector de la discapacidad?

Los aspectos que nosotros tenemos en cuenta para que las personas con discapacidad puedan ser emprendedoras es, sobre todo, sensibilizar y visibilizar.

La visibilidad es otra de nuestras labores. Queremos ir introduciéndonos, poquito a poco, en todo el tema del emprendimiento y no solo en los específicos para discapacidad. Dar visibilidad a los emprendedores con discapacidad es crucial para demostrar que nosotros tenemos el mismo valor que otra persona que emprende sin discapacidad, por eso nos hemos propuesto como objetivo que la figura de la discapacidad esté presente en cada evento de emprendimiento que se realice.

Tenemos que sacar a la luz a cada persona y darle valor a cada una de ellas para que con su ejemplo demuestren que no tenemos porque ser reponedores de un supermercado para toda la vida. Podemos aportar el valor de otra manera, con nuestro tiempo, con nuestro esfuerzo, con nuestra ilusión. Ahora bien, no hay que hacer las cosas a lo loco. Hay que emprender de manera organizada, gestionada y planificada y con una solvencia.  Hay que perseguir el sueño dentro de la realidad, con la cabeza en las nubes y los pies en la tierra.

¿Cómo ha afectado la pandemia al ámbito del emprendimiento en la discapacidad?

En el momento de la pandemia ha ocurrido algo muy positivo y es que ha hecho que nazca ASEMDIS, que haya más colectivos que se busquen entre sí. Al final la distancia social, en el día a día, en el codo con codo, ha hecho que colectivos de personas que están en la misma situación se junten. Yo ahora mismo, tengo mucho más contacto con personas emprendedoras con discapacidad que el que tenía antes. Ahora, hemos formado un grupo en el que se generan preguntas ante los problemas que van surgiendo y se proponen ayudas. La pandemia nos ha influido porque hemos aprendido a solventar las dificultades en todos los sentidos y a buscar soluciones todos juntos.

¿Cuál es el ingrediente esencial para que una iniciativa emprendedora tenga éxito?

Mucha constancia e inquietud para ir sabiendo cada una de las cosas que vas necesitando en tu empresa. Inquietud por mejorar y constancia para llevarlo a cabo.