El Daño Cerebral Adquirido (DCA) es una lesión se produce en las estructuras cerebrales de manera súbita y por la que surgen alteraciones en el funcionamiento normal de las mismas. Provoca secuelas muy variadas y complejas (físicas, cognitivas, conductuales y emocionales) que afectan profundamente a la autonomía del paciente y que durarán el resto de su vida. El DCA es una fuente importante de discapacidad y afecta a la globalidad de la persona, con repercusiones en el entorno familiar, educativo, laboral y social.

 

El movimiento asociativo en el DCA surge en la década de los 80. Su primer objetivo fue crear recursos de información y de apoyo entre familiares de personas con DCA. Posteriormente, llegaría el interés por crear recursos que dieran continuidad a los tratamientos una vez se producían las altas en el sistema sanitario. Actualmente, están avanzando hacia modelos de atención basados en la calidad de vida y en conceptos como la promoción de la autonomía, autodeterminación e inclusión social.

 

Para conseguir fomentar en esa autonomía, la accesibilidad del entorno es un factor fundamental. Se ha avanzado mucho en la accesibilidad física pero conceptos como la accesibilidad cognitiva nos resultan todavía demasiado novedosos. A nivel institucional y social, la accesibilidad física y sensorial está integrada en nuestro día a día. Es habitual ver rampas de acceso, baños adaptados, carteles en Braille… Pero la discapacidad no se reduce a estos dos aspectos y es hora de empezar a trabajar para crear entornos accesibles a personas con otro tipo de discapacidad. 

 

La organización estadounidense de personas con discapacidad intelectual The Arc2 define la accesibilidad cognitiva como una serie de requisitos que el proceso de comunicación debe cumplir para que la información sea accesible: disminuir la dependencia de la memorización como herramienta para recordar información, utilizar el mayor número de formatos complementarios como sea posible, reducir la necesidad del destinatario de utilizar sus habilidades organizativas complejas y presentar un vocabulario o nivel de lectura que se aproxime al nivel de comprensión de los receptores. La accesibilidad cognitiva incluye todas las condiciones de acceso y diseño de entornos, productos, bienes y servicios por parte de personas con discapacidad intelectual. 

 

Su entrada en España llega principalmente por entidades que trabajan con personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Poco a poco está calando en otros colectivos, como en el de las personas con DCA. 

 

Los profesionales que trabajamos en este campo solemos partir de un perfil técnico, centrado en objetivos de rehabilitación. Ha sido el trabajo con las personas que tratamos y la relación que establecemos con ellos lo que nos ha hecho cambiar el foco desde lo que no hacen y los objetivos que tienen que conseguir hasta sus capacidades, las metas que ellos mismos se marcan y los resultados de normalización que para ellos son importantes. Es en este punto donde la accesibilidad cognitiva muestra su relevancia, ya que necesitamos entornos que faciliten la autonomía y la inclusión, y para ello, las personas con DCA tienen que poder comprenderlos.

 

En relación al entorno urbano, las personas con DCA van a necesitar soportes de información que no dependan del lenguaje escrito y que reduzcan la dependencia de la memoria, señales visuales y sensoriales, señalización de los trayectos en los edificios, carteles más visibles o utilización de códigos de color en lugar de alfabéticos o numéricos. Muchas de estas medidas ya se están aplicando en edificios e instituciones. 

 

Pero la accesibilidad cognitiva no se queda ahí. Fomentar la normalización y la construcción de un nuevo proyecto de vida implica poder desempeñar una mayor participación social. En este aspecto, la accesibilidad a los soportes de información adquiere mayor relevancia para poder reincorporarse al mercado laboral, desarrollar nuevos intereses de ocio o acceder a nuevas relaciones y servicios. Y entre todos ellos, el avance del las TIC para hacer tanto soportes como información accesible cognitivamente para las personas con este tipo de discapacidad.