Opinión

En la buena dirección

Solidaridad

Por José Manuel González Huesa, director de “cermi.es semanal” y director general de Servimedia

03/05/2013

Todos los años, los ciudadanos tenemos una cita ineludible con el Estado: rendimos cuentas a la Hacienda pública y vemos el resultado positivo o negativo de nuestra contribución a la Administración.

La Agencia Tributaria calcula que durante la campaña de la Renta de 2012 se presentarán unas 19,5 millones de declaraciones, de las que la mayor parte (14,9 millones), serán a devolver, con una cuantía de 10.665 millones de euros, lo que supone un 4,56 por ciento menos que en la campaña de 2011, cuando se devolvieron 11.175 millones.

Los ciudadanos cada vez entienden mejor el significado de las casillas destinadas a fondos de la Iglesia o a fines sociales, pero falta más pedagogía. La Administración permite a los ciudadanos elegir el destino de una parte de sus impuestos y, hay cuatro opciones: colaborar con fines sociales a través de los programas de las ONG (sólo se marca esta casilla y se destina el 0,7 por ciento de la cuota íntegra a las ONG de Acción Social y de Cooperación al Desarrollo); colaborar con el sostenimiento económico de la Iglesia católica (el contribuyente sólo tiene que marcar la casilla correspondiente a esta opción y se destinará el 0,7 por ciento de la cuota íntegra a la Iglesia); simultanear ambas opciones (en este caso, se deben marcar las dos casillas, y se destinará un 0,7 por ciento al sostenimiento de la Iglesia y además, otro 0,7 por ciento a otros fines sociales a través de los programas de las ONG) y por último, no marcar ninguna de las tres opciones anteriores, la menos recomendable (entonces el 0,7 por ciento de la cuota íntegra se imputa a los Presupuestos Generales del Estado con destino a fines indeterminados).

El hecho de marcar las dos casillas en la declaración no supone que el contribuyente aporte más dinero, al contrario, colabora tanto con los fines sociales como con la Iglesia. Y hay margen para crecer: en la renta del 2012, cerca de 9,8 millones de personas marcaron la “X” solidaria de fines sociales (300.000 más). Todavía falta por convencer al resto de los otros diez millones de españoles que no la señalaron.

La solidaridad de los contribuyentes que marcaron Fines Sociales en su declaración de la Renta permitirá que en 2013 casi seis millones de personas en riesgo de exclusión social se beneficien de los programas financiados por el IRPF. Pese a la crisis y al aumento de la desigualdad, cada vez son más las personas que tienen este gesto de solidaridad.

Los proyectos de Acción Social en España concentran el grueso de las subvenciones obtenidas mediante el IRPF (77,72%), seguidos por los programas de Ayuda al Desarrollo (19,43%) y por los de Medio Ambiente (2,85%).

Mayores, personas con discapacidad, menores y familias sin recursos, inmigrantes y solicitantes de asilo, mujeres víctimas de violencia o en riesgo de exclusión, jóvenes de colectivos vulnerables, personas reclusas, enfermos de sida, adultos y niños afectados de cáncer, drogodependientes y gitanos son los colectivos que se benefician de estas ayudas.

Con ellas se subvenciona el mantenimiento de centros de día; el apoyo temporal a familias con personas dependientes; la atención integral a mujeres diagnosticadas de cáncer de mama y a personas con discapacidad; la atención a familias con niños y niñas sordas; la prevención, sensibilización y erradicación de violencia de género, y programas de promoción del voluntariado y servicios de mediación familiar.

Fuera de España, se financian operaciones en crisis humanitarias y proyectos de educación, sanidad, agricultura, género e infancia.

La recaudación obtenida a través del IRPF se destina a acciones de las ONG, no a su estructura. Los fondos se gestionan con transparencia. Marcar la casilla de fines sociales en la declaración de la renta, no cuesta nada y cada vez resulta más necesario. Sean solidarios.