Síguenos en

  • Ir a Cermi en facebook.
  • Ir a Cermi en twitter.
  • Ir a Cermi en Linked in.
  • Ir a Cermi en Instagram.
  • Ir a Cermi en Youtube.

CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 7 de mayo de 2021cermi.es semanal Nº 435

Ir a Cermi en Instagram.

"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Cuarto de invitados

Carlos Malamud, historiador

"El avance de las iglesias evangélicas en América Latina supone una amenaza directa contra el funcionamiento del sistema democrático"

Por Esther Peñas

07/05/2021

Como investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, Carlos Malamud (Buenos Aires, 1951) articula un vasto conocimiento sobre ese continente convulso, por momentos próspero, sujeto a caudillajes y a injerencias externas –norteamericanas, principalmente-, rico en tantos aspectos (económico, medioambiental, diversidad, cultural…), pero siempre en equilibrio permanente precario. América Latina. 
 
Su último análisis profundo cobra cuerpo de libro: El sueño de Bolívar y la manipulación bolivariana. Falsificación de la historia e integración regional en América Latina, de Alianza Editorial.
 
 
Carlos Malamud, historiador¿Por qué esa tendencia de los países latinoamericanos a los personalismos en detrimento de gobiernos fuertes?
 
De alguna manera, la idea subyacente es que la existencia de fuertes liderazgos, caudillistas, es lo que permite establecer gobiernos fuertes; lo que está en juego no es tanto la fortaleza del gobierno, a la que todos aspiran y por la que todos suspiran, sino un conflicto entre personalismo e instituciones, en medio de un gran deterioro del sistema de partidos, con una gran fragmentación. Países como Ecuador, Perú, Bolivia presentan una enorme fragmentación dentro de sus parlamentos, lo cual complica la gobernabilidad, y pérdida de confianza de los ciudadanos en el sistema político y en la propia democracia.
 
¿Con un mayor número de partidos no se fortalece la democracia?
 
No, la debilita; una cosa son dos, tres, cuatro partidos, cinco como mucho, pero si hablamos de diez, doce, quince partidos se complica enormemente la gobernabilidad, y lo que refleja es una gran dispersión del voto. Distinto sería dos o tres partidos capaces de aglutinar la mayor parte del voto. Pero con tantos partidos se tiende a una desnaturalización de la política en la que priman las pequeñas rencillas sobre los grandes debates.
 
¿Qué es lo que más le fascina a un argentino como usted de Bolívar?
 
Me interesó de Bolívar la manipulación de su pensamiento, la utilización de su figura para sustentar puntos de vista políticos, ese claro intento de hacer decir a Bolívar cosas que no dijo. Es importante señalar que la utilización política de Bolívar en un país como Venezuela se forjó en torno a la figura de Bolívar, no es algo original del chavismo, sino que ya se daba antes de su muerte, pero todos los dictadores venezolanos, los caudillos, Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez y más recientemente Hugo Chaves la utilizaron para movilizar al pueblo venezolano detrás de sus propios puntos de vista.
 
Ese sueño de Bolívar de crear una supraestructura en la que las naciones cedieran soberanía al modo europeo, ¿por qué fracasó? ¿Portugal se hubiera unido a esa Santa Alianza?
 
En la época de Bolívar, la idea de integración nacional tal cual la conocemos hoy en día no existía, no se concebía esa idea de ceder cuotas de soberanía a una instancia supranacional; Bolívar lo que preciaba más que la integración era la unidad que había procurado el viejo imperio español que había saltado por los aires. El sueño de Bolívar tenía que ver con impulsar y garantizar la independencia de las antiguas colonias españolas, una labor que tenía un componte bélico bastante importante, dado el empeño de España -sobre todo en los momentos de restauración monárquica- de recuperar las colonias, inclusive por la vía de las armas. Esto hace que la respuesta militar y la unidad frente al ejército español sea tan necesaria, y eso es algo que Bolívar percibía con claridad. 
 
La situación de Portugal era singular porque, al comienzo de la invasión napoleónica, traslada la corte a Río, y esto hace que sea la colonia la sede de la metrópoli, pero lo que se observa en los años en que duran las guerras de independencia es que Brasil formaba parte de una constelación diferente de las colonias españolas; la interacción era muy delicada, especialmente en aquellas áreas de confrontación como el Río de la Plata, donde podía haber proyectos expansivos de Brasil para ampliar territorio, lo que afectaba al área de mayor influencia bolivariana como podría ser los territorios de Gran Colombia, Caracas, Venezuela, Quito, Ecuador, pero también Perú y Bolivia.
 
Bolívar ¿era un populista o un pragmático?
 
No era populista, sino un hombre de acción, muy pragmático. Desde esa perspectiva, Bolívar nunca fue un intelectual; lo que hoy conocemos del pensamiento de Bolívar es a través no de los libros que no escribió sino de cartas y discursos, que tienen componentes más coyunturales que un libro, que requiere una reflexión y una abstracción mayor. Ese pensamiento de Bolívar que se quiere presentar como definitivo, pero surge de un constante amoldarse a los cambios de coyunturas presentes en este momento.
 
¿Qué pensaría Bolívar de Maduro?
 
Es una buena pregunta… los momentos finales de Bolívar, sus últimos meses, estuvieron marcados por una gran frustración, la misma que recorría las distintas nacionalidades que estaban surgiendo: la fragmentación imparable de lo que había sido el imperio español. Un imperio que, pese a sus diferencias, mantenía cierta unidad que comienza a fragmentarse; eso se está viendo en la crisis venezolana, con esos puntos de vista inflexibles, los del propio Chaves. Hoy vemos cómo Maduro lo que teje entorno a sus intentos de integración nacional provoca más fragmentación y división en la región. Por lo tanto, el juicio de Bolívar en contra de Maduro sería rotundo.
 
En estos momentos, ¿la colaboración entre los distintos países latinoamericanos es estrecha o cada cual va a lo suyo? Pienso en instituciones como Unión de Naciones del Sur (UNASUR), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) o la Alianza Bolivariana de los pueblos de nuestra América (ALBA)… entidades que no terminan de cuajar.
 
Es verdad lo que dices, el proceso de integración regional está atravesando una crisis brutal, la mayor parte de las instancias de integración surgidas en la primera década del XXI, como las que ha mencionado, están pasando una crisis terminal, algunas inclusive se encuentra en estado zombi, como ALBA o la propia UNASUR, que trata de mantenerse con respiración asistida procurada por Méjico; pero las opciones de salir adelante son muy limitadas; y todo esto de alguna manera es una contrapartida a aquellos efectos devastadores que la crisis venezolana está teniendo sobre la región y las instituciones plurinacionales.
 
¿Le sorprende que desde la irrupción de Podemos hay un constante interés hacia Venezuela en detrimento de países asiduos a nuestros medios de comunicación, como Cuba?
 
Por un lado, el surgimiento de Podemos está muy vinculado a América Latina, sus dirigentes tenían una relación muy especial con algunos países: Argentina, en el caso de Errejón, también Bolivia, Venezuela, que por aquellos años era próspero y rico y con grandes posibilidades y recursos en calidad propagandística… inclusive importantes profesores de Derecho Constitucional, sobre todo de Valencia, trabajaron activamente en la redacción de nuevas constituciones en Ecuador, Bolivia, Venezuela… antes de Podemos, como bien decías, Cuba era un importante atractivo para la izquierda española, pero Venezuela se erigió en referente, no tanta por Podemos como por el propio atractivo del país y lo que suponía, el reclamo de la revolución bolivariana de expandir la revolución por América Latina. Lo curioso del caso es que tanto Cuba como Venezuela terminan convirtiéndose en problemas hispano-españoles: Cuba primero, Venezuela después, fueron capaces de repercutir en la propia discusión española, provocando grandes divisiones internas. 
 
¿Bolsonaro es tan nefasto políticamente como nos llega a través de los medios de comunicación?
 
Bolsonaro es un producto del fuerte sentimiento anti-Lula presente en la sociedad brasileña, anti-Correista en Ecuador y anti-Evo en Bolivia, surge de ese fuerte sentimiento antipetista. A Bolsonaro, además, le gusta  presentarse como un outsider de la política, aunque nunca lo fue –sí, en cambio, fue un marginal, que no es lo mismo-; es un personaje que llega a la presidencia con escaso bagaje tanto intelectual como político, que de alguna manera es aupado por un doble oleaje, ese sentimiento antipetista y el impulso de Trump. Esto hace que Bolsonaro y sus posiciones extravagantes se recrudezcan tras el estallido de la pandemia, adoptando el modelo trumpista, es decir, una actitud claramente negacionista. La gestión de la pandemia en Brasil está siendo nefasta, las cifras de contagiados y de muertos son terribles: cuatro mil muertos diarios, y no parece que con la inacción del gobierno federal remitan. Haría falta una actitud más definida. Bolsonaro se niega a aceptar la necesidad de una política de confinamiento, dos o tres semanas, así que tiene colapsado el sistema sanitario, a lo que se suma su improvisación a la hora de abastecerse de vacunas. Cuando Bolsonaro fue elegido obtuvo el poder de las tres ‘b’: bala, biblia y buey. Biblia, la de los evangelistas; buey, de los agroexportadores y bala, los partidarios de la mano dura. A ello se une una agenda valórica muy fuerte anti-aborto, anti-divorcio, anti-concepción artificial, anti-homosexualidad, etc. 
 
El peso de la iglesia evangélica, ¿es una amenaza para el progreso de América Latina? 
 
El avance de las iglesias evangélicas tiene que ver con el deterioro general en la región, que propicia que la gente busque refugio sobre todo del abandono del Estado; no hay una única, un único modelo de iglesia evangélica, sino que están fragmentadas y dispersas, pero todas tienen en común esa agenda valórica en contra de los derechos individuales. Sin embargo, a un tiempo suponen una amenaza directa contra el funcionamiento del sistema democrático y estimulan la participación política. Avanzan unidas al deterioro de las clases medias y ante la debilidad de la sociedad civil.
 
América Latina ha sido duramente golpeada por la pandemia. ¿Allí también se haría necesario un pacto ecuménico verde?
 
Evidentemente hay distintos mecanismos que se están evaluando para impulsar la reconstrucción económica y social; en Europa y Estados Unidos hay un consenso extendido sobre el papel que la lucha contra el cambio climático tendrá de cara a la implantación de energías renovables. Un pacto verde, unido a la revolución digital, es la gran salida para recuperar la economía, crear puestos de trabajos y aquietar el terremoto social al que nos enfrentaremos en los próximos años. Desde esta perspectiva el pacto verde podría tener razón de ser en países como Chile, Costa Rico, Uruguay e incluso Colombia; en Chile, por ejemplo, se está impulsando el hidrógeno verde con un pacto nacional, pero no hay un claro consenso regional, en México, López Obrador, imbuido por el negacionismo no solo de la pandemia sino del cambio climático, ha apostado por las energías fósiles, lo mismo que Brasil. América Latina necesita unas políticas más concertadas y coordinadas.
 
Y en lo referido a los vínculos entre España y Latinoamérica, ¿en qué momento se encuentran? ¿Puede ser España una bujía para la recuperación de la zona?
 
España evidentemente puede jugar un papel importante, dada la intensidad de las relaciones e intereses con América Latina, pero hay que tener en cuenta cuál es la realidad de España, sus retos de cara a la propia reconstrucción de su economía y tejido social, que serán brutales en los próximos años. Más allá de todo eso, y de las directrices marcadas por Europa, España no sé si será el gran impulsor de la recuperación en América Latina pero desde luego sí podrá acompañarla; nos enfrentamos a un panorama geopolítico internacional muy complejo, marcado por el enfrentamiento entre Estados Unidos y China, que marcará todo en el futuro, y mantener cierta neutralidad será muy complicado. Veremos qué ocurre.
  • facebook
  • twitter
  • linked in
  • enviar a un amigo
  • imprimir noticia

Con el apoyo de:

  • Logotipo de El Goberno de España - Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Secretaría de estado de servicios sociales. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de la Fundación ONCE. Abre una ventana nueva.
  • CERMI. Innovación social en discapacidad. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de El Goberno de España - Ministerio de Asuntos sociales, unión europea y cooperación. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de la Hablamos de Europa Abre una ventana nueva.

    ¿Dónde estamos?

    Calle Recoletos, 1 Bajo, 28001 Madrid - España