"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
SOS Discapacidad
Así viví la marcha
Un encuentro emotivo y enérgico
Por Teresa Palahí, vicepresidenta 2ª del Consejo General de la ONCE
12/12/2012
El pasado 2 de diciembre de 2012 las personas con discapacidad y nuestras familias salimos a la calle juntas con un único objetivo: defender nuestros derechos.
Actualmente se están incumpliendo muchas de las leyes ya aprobadas encontrándonos en una situación muy preocupante especialmente agravada por la actual crisis que está atravesando nuestro país. Las personas con discapacidad, las asociaciones y organizaciones en las que nos agrupamos y que nos representan, están dejando de percibir ayudas económicas que conseguían que la discapacidad no fuera un obstáculo para una vida en igualdad de condiciones al resto de la ciudadanía.
Tuve la oportunidad de participar en una marcha histórica porque era la primera vez que el sector de la discapacidad sale a la calle. Fue una marcha de carácter reivindicativa y al mismo tiempo festiva que discurrió de forma cívica y ordenada, y que contó con el apoyo de 800 voluntarios y voluntarias así como con los servicios de emergencia y seguridad del Ayuntamiento de Madrid.
El que más de 90.000 personas participaran en esta marcha a la que se adhirieron 60 entidades de la discapacidad procedentes de toda España, y la importancia de lo que la motivó, hizo que tuviera gran eco en los medios de comunicación no sólo en España sino también fuera de nuestro país. También, como no podía ser de otra manera, las redes sociales “reventaron” esa mañana, en la que el hashtag #SOSdiscapacidad fue trending topic en Twitter (ya lo había sido el 30 de noviembre cuando los organizadores solicitaron a los usuarios y usuarias de esta red social twitear con ese hashtag).
Con esta marcha histórica las personas con discapacidad queremos hacernos oír porque si continúa esta crisis y no se toman medidas para defender nuestros derechos, terminaremos volviendo a una situación de exclusión y precariedad de la que costó mucho esfuerzo y tiempo salir.
A nivel personal viví este encuentro de forma emotiva y sin duda enérgica en la que unidos demostramos que vamos a luchar, como ya hacemos en el día a día, para que no se olvide que queremos tener las mismas oportunidades que las personas que no tienen discapacidad, y por tanto lograr una vida normalizada contando con los apoyos que hasta ahora las leyes nos ofrecían y que ahora estamos perdiendo, lo que puede llevarnos a un callejón sin salida.
No vamos a quedarnos quietos si no se mejora esta situación que se extiende además, y como no podía ser de otra manera, al aspecto laboral. Basta como ejemplo que actualmente está en peligro más de 60.000 empleos de los 2.000 centros especiales que hay en España.
Por ello, vamos a seguir luchando por el respeto de nuestros derechos, sin olvidar especialmente la situación de especial exclusión de las mujeres con discapacidad y de aquéllas que viven en el medio rural para quienes el acceso a los bienes sociales básicos es en muchas ocasiones muy difícil.