¿Cómo está afectando esta terrible pandemia al Principado de Asturias?

 

Nuestra comunidad autónoma es pequeña, con un millón de habitantes aproximadamente, y se habla de unos 1.600 casos de contagio y 86 fallecimientos, cada uno de ellos una desgracia y un dolor para su familia, pero comparándolo con el resto del territorio podemos decir que estamos bastante mejor. En cuanto a las personas con discapacidad, entre las más de 20.000 personas con algún tipo de discapacidad a las que representa CERMI Asturias, con más de 2.000 trabajadores y cerca de 1.000 plazas concertadas, a día de hoy no hay ninguna persona contagiada ni ningún profesional.

 

¿De qué manera ha afectado la crisis a la hora de ofecer servicios y continuar con la labor habitual de las entidades de la discapacidad?

 

Nos afecta como a cualquier otra persona que esta en confinamiento y en el cambio de modelo de trabajo, con teletrabajo. Seguimos manteniendo los servicios que se pueden realizar con teleformación, no damos servicios de atención directa, excepto las plazas que teníamos concertadas de residencias, viviendas tuteladas y viviendas con apoyo. Y esa es una de las demandas que hemos trasladado a nuestro Gobierno en un documento enviado el 19 de marzo, con las necesidades de todo el sector de la discapacidad; una de las principales preocupaciones son los equipos de protección individual, porque seguimos gestionando estos centros y prestando algunos servicios de ayuda a domicilio, que son básicos y nuestros profesionales necesitan de esos equipos de protección. No estamos desabastecidos pero algunas entidades podrían estar haciendo más cosas si hubieran estado dotadas de más equipos.

 

¿Cuentan con la colaboración e interlocución del Gobierno de Asturias? 

 

El 1 de abril tuvimos una reunión, en una videoconferencia del tercer sector con la consejería de Derechos Sociales y Bienestar, donde participaron también tres directores generales, el de dependencia, el de vivienda y el de protocolo, orientación y gestión del cambio social, donde les trasladamos que si hasta ahora no hemos tenido ningún tipo de contagio, ha sido porque hemos llevado a rajatabla la prevención y esos equipos son imprescindibles para prevenir. 

 

La situación entonces no es crítica en Asturias y su prioridad es contar con esos equipos de protección, ¿cuáles serían las demás reclamaciones?

 

Hay preocupación y algo de escasez en esos equipos pero otro tema que nos preocupa es el de las plazas concertadas con la Administración a través de un acuerdo marco que finaliza en junio. La consejería nos ha dicho que va a estar cubierto el cien por cien del gasto de personal, no el coste total de las plazas. Son casi mil plazas las que gestionamos. 

 

Otra tercera preocupación era el tema de las subvenciones, aunque se ha regulado un aplazamiento de los plazos y la justificación, en el caso de las entidades más pequeñas, con uno, dos o tres trabajadores, que tienen pequeñas subvenciones de distinto origen (obra social, corporación local, consejería, donaciones o actos solidarios...) y ante este parón de actividades va a haber falta de ingresos y es un asunto que nos preocupa. 

 

¿Qué ocurre con los empleos de todos los profesionales que trabajan en este sector?

 

También hay una preocupación importante con esta cuestión y es necesario que se reflexione una demanda que llevamos trabajando tiempo desde el tercer sector sobre la necesidad de blindar el trabajo de nuestros profesionales. En el sector de la discapacidad ahora mismo somos más necesarios que nunca, complementamos a la Administración en la atención a las personas con discapacidad, que en Asturias es un porcentaje muy elevado, más de 156.000 personas, el 13% de la población, y si ahora mismo no existiera este movimiento asociativo los problemas hubieran sido mucho mayores y esto debería ponerse en valor y cuando esta crisis termine, que se garantice más la estabilidad y la financiación de este movimiento asociativo que trabaja incluso sin tener la certeza de contar con los recursos necesarios.

 

¿Cuál sería la vía para solucionar esta situación?

 

Debería haber una ley del tercer sector en nuestra comunidad y una manera de trabajar más planificada y estable. En nuestra comunidad autónoma además se aprobó el pasado año la Ley de Acción Concertada que ahora se ha visto paralizada, aunque ellos nos han dicho que tenían ya un borrador de precios que querían trasladar al tercer sector y consensuarlo con nosotros, así que esperamos que tras el estado de alerta se retome este trabajo y además de las plazas, se extienda al resto de actividades del tercer sector. 

 

Estos días se ha activado la campaña de la X solidaria, junto con las declaraciones de la renta, ¿qué significa esta opción para el tercer sector?

 

La solidaridad de los contribuyentes al marcar la X social en el IRPF siempre ha sido importante pero ahora es más necesaria que nunca; no nos habíamos recuperado de la crisis de 2008 y nos ha llegado esto. Pediríamos a toda la ciudadanía que marcara la X para que las entidades que ahora mismo estamos trabajando, y que seguiremos haciéndolo, para mejorar la vida de muchas personas vulnerables, podamos continuar con nuestro trabajo.

 

Y finalmente quería añadir una reivindicación continua a la que no veo difícil solución es que toda la comunicación actual sobre la difícil situación que estamos viviendo, sea accesible, sobre todo para personas con discapacidad auditiva y con discapacidad cognitiva. Estos sectores se sienten más aislados y discriminados en este sentido.

 

Y advertir de que la red familiar ahora está asumiendo muchas tareas que antes realizaban en centros u otros profesionales y se está haciendo muy difícil mantener esto tanto tiempo, el sobreesfuerzo para ellos es muy importante, físico y mental, a pesar de que se están estableciendo a través de servicios municipales ayuda a domicilio y refuerzo por otro lado.