"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Nuevos rostros de la diversidad en política
Paqui Bazalo, concejala delegada del Área de Accesibilidad del Ayuntamiento de Málaga
"La empatía y el sentimiento de pertenencia a un grupo te ayuda a reivindicarlo todo con mucha más fuerza y corazón"
11/09/2015
Beatriz Sancho
Paqui Bazalo es un soldado y está entrenada para darlo todo hasta el final, "hasta la muerte". Es 'la reina de espadas', sobrenombre merecido por su superdotación para el esgrima y que no hace justicia a los otros 'toques', elegantes y con fundamento, que esgrime con maestría en todas sus otras facetas. No es un cuerpo. Lo trascendió hace mucho. Así lo cuenta. Quizás por ello, subida al podio de la política, derrochando endorfinas contagiosas, se encomienda entusiasta y apasionada a otra causa que la trascienda: continuar lo que emprendieron otros para enriquecer el legado de los que vengan. Esta vez en política.
Tengo una discapacidad física, por un lado, y orgánica por otro. Tengo polio en la pierna derecha y padezco el síndrome postpolio. Sí que ha condicionado mi vida desde que tenía meses. En este sentido, no sólo me adapté a ella sino que se convirtió en parte de mí, de mi vida y fui adaptándome a las necesidades en función de las circunstancias. Pero la discapacidad es una cosa y yo soy otra. No soy mi discapacidad.
Tengo mis limitaciones, como cualquier otra persona sin discapacidad que también tiene las suyas en algún ámbito de su vida. Pero la discapacidad es un pequeño detalle, la vivo con naturalidad, sencillez y, sobre todo, con mucha normalidad gracias a que me educaron siempre siendo consciente de que la discapacidad no es una barrera mental que te limite como ser humano.
Tienes que ser consciente de dónde estás, de cuál es tu realidad y aceptarla, asumirla, convivir con ella y sacar lo mejor de lo que la vida te da, que no es poco. Es importante aprender a transformar en oportunidad lo que puede parecer, en un principio, un inconveniente.
"Es importante aprender a transformar en oportunidad lo que puede parecer, en un principio, un inconveniente"
¿Y en el mundo de la política has tenido alguna dificultad o limitación para incluirte?
Desde el momento que tú no te planteas sentirte diferente y eliges no ser diferente no hay limitaciones. Es cierto que voy más lenta que los demás y, por ejemplo, tardo más en llegar, pero confío en la empatía y el sentido común de mis compañeros y compañeras. Y ha sido así a lo largo de toda mi vida. Nunca ha supuesto un límite el hecho de no poder correr más que otras personas o no poder hacer determinadas cosas físicamente que, incluso, otras personas sin discapacidad tampoco lo hacen o bien porque no lo desean o bien porque tampoco pueden.
Me acepto como soy, los demás me aceptan y me respetan como soy y eso es lo importante. Me siento una persona afortunada porque siempre me he sentido respetada en mi entorno personal, familiar, profesional. Es cierto que no es así fácil para otras muchas personas con discapacidad y no vamos a tapar el sol con un dedo, es decir, no podemos afirmar que las personas con discapacidad estamos en las mismas condiciones que los demás porque no es cierto, y hay mucho que caminar, que avanzar y mucha barrera mental que eliminar, sobre todo en los demás y que son las más importantes. Cuando somos capaces de cambiar la mirada y de ver lo que las personas aportan es cuando la discapacidad pasa a un plano secundario o desaparecen.
"No podemos afirmar que las personas con discapacidad estamos en las mismas condiciones que los demás porque no es cierto, y hay mucho que caminar, que avanzar y mucha barrera mental que eliminar"
Es decir, tu discapacidad no sólo no te ha limita0do en absoluto sino que te ha reportado unas muy agradables consecuencias, como una enorme cantidad de medallas en tres juegos paralímpicos, que, lo mismo sin discapacidad, no hubieras conseguido ni tanto galardón, ni tantas apoteósicas experiencias, ni tanto esmero en tu formación y profesionalización. ¿Qué agradeces a tu discapacidad?
Sin discapacidad no habría tenido ninguna medalla, seguro. A nivel personal, la discapacidad me ha mostrado mundo y muchas oportunidades de vivir emociones, conocer personas y que, probablemente, no habría tenido la ocasión sin haber tenido discapacidad. Gracias a ella soy quien soy: he sido deportista de alta competición en un deporte que me apasiona (el esgrima), he defendido los colores de mi país en todo el mundo consiguiendo importantes retos y eso no tiene precio.
Por eso estoy muy agradecida a la vida y a las personas que lograron anteriormente que cuando llegué al deporte adaptado ya estuviera funcionando desde hace mucho tiempo. Soy afortunada porque he podido disfrutar de la realidad que ya es el deporte para todos y hacer reales sueños que jamás me habría atrevido a imaginar.
¿Por qué decides meterse en política?
Ha sido una invitación que ha llegado en el momento adecuado y es una oportunidad de devolver a la sociedad parte de lo que me ha dado y de vivir esta experiencia de servicio público de forma consciente, sabiendo que no son los mejores tiempos y que es un desafío. Los retos me apasionan y las personas con discapacidad tenemos que tomar las riendas, atrevernos y ser capaces. Hay que dejar de mirar hacia el mismo sitio y abandonar las zonas de confort.
"Las personas con discapacidad tenemos que tomar las riendas, atrevernos y ser capaces. Hay que dejar de mirar hacia el mismo sitio y abandonar las zonas de confort"
Tú nunca te rindes...
No. Y animo a todas las personas con discapacidad a no rendirse. Hay gente que piensa que el positivismo es una tontería, pero no. La vida es un viaje y ahora mi destino es este, no sé por cuánto tiempo, pero voy a intentar priorizar lo más importante que es mi sentido del honor y del compromiso. Es un privilegio que una noche me llamase mi alcalde y me dijese que quería contar conmigo. No pertenezco ni he pertenecido nunca a ninguna formación política, aunque voy con el grupo popular. Soy muy independiente y siempre he considerado que con mi propia causa ya tenía bastante. He ido siempre por libre porque soy muy desobediente, es mi naturaleza.
"Soy muy independiente y siempre he considerado que con mi propia causa ya tenía bastante. He ido siempre por libre por mi naturaleza desobediente"
En tiempos revueltos para la política, ¿alguna cara amable?
Me estoy encontrando con compañeros de grupo que se dejan la vida día a día, que saben que te levantas a seis de la mañanas, pero no a la hora que te acuestas. Dime qué problema no es importante en una ciudad. Ves cómo se matan a trabajar, como intentan llegar a todos y la vocación de servicio enorme que tienen. Todo eso no lo había vivido porque nunca había estado en política y no sabía cómo funcionaba. Todo ello me ha sorprendido gratamente porque parece que en la política todo el mundo es malo y me he llevado una alegría inmensa al comprobar que mis compañeros son gente comprometida, seria, coherente, trabajadora a más no poder y que se dejan la piel.
¿Cuál sería entonces tu reto personal para esta legislatura como concejala delegada del Área de Accesibilidad de Málaga?
El más importante es servir lo mejor que pueda. Entro con una vocación de servicio y pretendo mejorar nuestro mundo, hacer más accesible el mundo de las personas con discapacidad para que todos podamos disfrutar en igualdad de derecho el mundo que nos rodea.
La política hay que planteársela como un ejercicio de servicio temporal para los demás. Y estés en el área que estés siempre habrá cosas que modificar, que mejorar y sueños que perseguir. Hay que poner la voz, la voluntad y el compromiso propios. Cuando uno trabaja desde la responsabilidad y el compromiso, las cosas son distintas y eso se percibe fuera. Es muy importante la imagen que damos.
"La política hay que planteársela como un ejercicio de servicio temporal. Hay que poner la voz, la voluntad y el compromiso propios"
¿Deberíamos de tener más voz? ¿Nos dejan el suficiente espacio/tiempo para que se nos escuche, a las personas con discapacidad?
Nunca es suficiente, evidentemente. Al menos para mí. Soy una persona con discapacidad, veo los problemas a los que nos enfrentamos nosotros, nuestros familiares y la realidad y, por supuesto, no es suficiente. Hay muchísimas barreras que superar, pero hay que luchar cada día e ir paso a paso para lograr que las cosas cambien.
En esta línea, ¿crees que sería perentorio para lograrlo que seamos nosotros, las personas con discapacidad, quienes lleguemos a ocupar cargos políticos para explicar a quienes no lo saben qué necesitamos y recordarles nuestros derechos?
¿Y por qué no?
"Es importante que tengamos nuestra parcela de responsabilidad política también porque de ese modo podemos hablar en primera persona. Nadie nos lo cuenta"
¿Nos harían más caso si estuviéramos en esos puestos públicos?
Es importante que tengamos nuestra parcela de responsabilidad política también porque de ese modo podemos hablar en primera persona. Nadie nos lo cuenta. Cuando me reúno con mi colectivo sé perfectamente qué es lo que sienten y si sé lo que sienten puedo transmitir mejor lo que les está pasando, podré sentirme más responsable y líder de una causa. Eso es lo que hace que las cosas cambien: cuando tú crees en lo que estás diciendo porque lo vives en primera persona. La empatía y el sentimiento de pertenencia a un grupo te ayuda a reivindicarlo todo con mucha más fuerza y corazón.
"La empatía y el sentimiento de pertenencia a un grupo te ayuda a reivindicarlo todo con mucha más fuerza y corazón"
Reivindicando esa empatía, pero ahora como mujer con discapacidad, ¿crees que hay paridad e igualdad en el acceso y la práctica entre las mujeres y los hombres con discapacidad en el deporte? ¿Lo tienen más difícil las mujeres?
Siempre que me invitan a alguna charla sobre Mujer y Deporte digo lo mismo y es que las personas con discapacidad sufrimos tanta discriminación que, probablemente, en el deporte sea donde menos. Pero, ciertamente, siempre las hay. Personalmente, nunca me he sentido discriminada por ser mujer en el deporte adaptado, pero también porque mi deporte, la esgrima, es un deporte individual y porque cuando tienes la suerte de ser bueno en algo es más fácil todo.
No obstante, es cierto que las mujeres siempre estamos en inferioridad de condiciones. Lo que ocurre es que cuando eres mujer y además tienes una discapacidad la discriminación es doble. Ya estamos acostumbradas a ese trato y, quizás, lo pasamos por alto. En mi micro parcela personal y profesional, no me preocupo de si soy una mujer o de si tengo una discapacidad, intento que prevalezca Paqui, que se conozca a Paqui como ser humano.
"No me preocupo de si soy una mujer o de si tengo una discapacidad, intento que prevalezca Paqui, que se conozca a Paqui como ser humano"
Sin embargo, justo por la relación que tienes con el movimiento asociativo, sabes que todavía hay muchas mujeres con discapacidad que sí sufren la doble discriminación constantemente y no tienen las oportunidades que, por ejemplo, tú sí has tenido.
Sí, claro, lo sé. No es justo que se nos aparte o que se mire hacia otro lado. Lo que ocurre es que entre pasar la vida lamentándome o tomar partido, he elegido tomar partido para, dentro de mis posibilidades, intentar cambiar lo que pueda. Es más eficaz dejar de quejarme y ponerme manos a la obra. Prefiero buscar soluciones. Lo importante es no perder el norte, no bajar la guardia, seguir luchando y no sólo por nosotros sino por los que vengan detrás y para que los derechos no ser pierdan. Ha costado mucho.
Tengo memoria histórica y sé que hay un movimiento asociativo que lleva mucho tiempo luchando y mucha gente que se ha quedado en el camino y que se ha dejado la piel, la salud, la vida para que hoy yo pueda estar en un ayuntamiento representando a mis ciudadanos y no sólo a las personas con discapacidad, gobierno para todos. Varias formaciones políticas me han pedido que les acompañe y lo que realmente han valorado es mi trabajo profesional y personal.
"Hay un movimiento asociativo y mucha gente que se ha dejado la piel para que hoy yo pueda estar gobernando para todos"
Volviendo a esas otras mujeres con discapacidad menos afortunadas, que no tienen ni voz ni voto, muchas veces, incluso en sus propios hogares, y que, obviamente, no pueden decidir dejar de ser una víctima porque sus familiares, sus cuidadores no se lo permiten, porque no saben cambiarse así mismas por falta de herramientas, recursos, conocimiento u oportunidades (también hay hombres en esta misma situación, no lo olvidemos), ¿qué les dirías para que se desarrollen en lo personal y en lo profesional?
La sobreprotección desmesurada que se les da desde niñas es casi enfermiza. Pero, insisto en mi mensaje, yo les dig el mundo está en nuestras manos. Crea el mundo que sea, al nivel que puedas. Pero muévete, piensa, habla, comunica, intenta hacer de tu mundo desde tu mundo". Miedos los tenemos todos, siempre los he tenido y no por ello dejo de hacer cosas.
Nadie nos ha regalado nada y repito que muchas personas se han dejado la piel para que yo pueda estar ahora donde estoy y por esas personas que ya no están y por todos los que tienen que venir, hay que actuar. Pero también por nosotras mismas como mujeres, tenemos una responsabilidad. Tenemos derecho al amor, a sentirnos bellas como nos apetezca, a realizarnos como profesionales si así lo deseamos y, sobre todo, tenemos derecho a ser nosotras. Y por todo ello también les animo a que pidan ayuda.
¿Por qué cuesta tanto pedir?
A veces es porque parece que siempre somos una carga para la familia, para la sociedad en general y nos genera complejos que nos impiden comunicar lo que necesitamos. Incluso, de forma injusta, juzgamos a los demás cuando somos nosotras las que nos ponemos nuestras propias trampas. No nos han entrenado para pedir. Y si alguien no sabe que necesitamos ayuda no nos la van a prestar. Vamos a pedir lo que necesitemos. A veces, la obtendremos y otras no, pero si no nos atrevemos a pedirla nunca recibiremos lo que necesitamos.
Pensamos que no lo hacemos por no molestar y la verdad es que muchas veces es por nuestra propia soberbia. Por ello, abogo por la humildad. Yo reconozco cómo estoy donde esté y que a veces necesito pedir ayuda. Es importante ir por la vida sabiendo y reconociendo tus necesidades. De ese modo, los demás lo aceptarán y te harán la vida más fácil.
En mi caso, se mezcla la discapacidad física y la orgánica. Tengo las dos percepciones: las limitaciones para realizar tareas físicas, pero también las añadidas a temas orgánicos, como la respiración, y por eso tengo una visión muy global de la discapacidad. Sé lo que es tener dolor y lo vivo cada día. A veces, las discapacidades van una encima de la otra y si es lo que hay, tenemos que reconocerlas, cuidarnos, mejorarnos si podemos, pero, sobre todo, no ser esclavos de nuestra discapacidad.
"Hay muchas discapacidades invisibles que necesitan ser comunicadas y no podemos culpar al mundo de no verlas"
Justo por estar vinculada al movimiento asociativo, sabrás que en él, como fiel reflejo de lo que ocurre en la sociedad, también existe un desequilibrio entre los hombres y mujeres con discapacidad que ocupan los cargos de mayor responsabilidad. ¿Cómo mermar esta brecha?
Me remito al mensaje anterior: "chicas: vamos a movernos. Si queremos podemos". Hay que echarle valor. Es muy difícil, nadie ha dicho que sea fácil. Por el hecho de ser mujer ya tenemos mucho lastre y si encima tienes una discapacidad... Pero es cierto que nuestro movimiento es como los demás. Es difícil encontrar a más mujeres que a hombres en altos cargos mires donde mires. Pero aún es más irónico que no haya paridad entre hombre y mujer en el movimiento asociativo con todas las discriminaciones que sufrimos por el hecho de tener una discapacidad. El género debería de ser secundario.
"Aún es más irónico que no haya paridad entre hombre y mujer en el movimiento asociativo con todas las discriminaciones que sufrimos por el hecho de tener una discapacidad. El género debería de ser secundario"
Tenemos que ir moviéndonos y creyendo en nosotras porque nos hace bien una buena dosis de estima, de autoestima y de sabernos capaces. Hay que empezar a ser conscientes de que aunque los demás también tienen necesidades, nosotras también. Siempre son los hijos, los maridos los que pueden hacer actividades y nosotras, por ejemplo, dejamos de ir a la peluquería porque hay que ahorrar o no vamos al gimnasio porque es mejor que vaya él.
Hay que empezar a plantearse que tenemos tantos derechos como los demás. Y, al final, somos nosotras las que casi siempre decidimos. Hay que dejar de posponer nuestra vida para el día de mañana, como hacían nuestras madres y abuelas, y hay que romper los estereotipos. Ni somos nuestra madre ni nuestra abuela, esta es una época nueva y cada una de nosotras tenemos una sola vida para aprovecharla.
"Hay que dejar de posponer nuestra vida para el día de mañana, como hacían nuestras madres y abuelas, y hay que romper los estereotipos"
Como persona con discapacidad, aun considerándote muy normal, ¿qué visión diversa puede aportar desde la política?
La de una persona que tiene dificultades para poder acceder a muchísimas cosas. Puedo ser la portavoz de muchas personas que como yo no siempre tenemos la oportunidad de hablar. Todas las personas con discapacidad que tenemos la posibilidad y capacidad de comunicación tenemos la obligación de hacerlo por todos los que no pueden.
"Todas las personas con discapacidad que tenemos la posibilidad y capacidad de comunicación tenemos la obligación de hacerlo por todos los que no pueden"
Como coach y aplicando esa posibilidad y capacidad tuya de comunicación, ¿cuál sería el discurso que darías a esas personas con discapacidad que también podrían expresarse por sí mismos?
Atreveros, no tengáis miedo y vamos a hacer el futuro que nosotros queremos. Traigamos ese futuro al presente. Desde todos los niveles: accesibilidad, inclusión, humanidad... Voy más allá de la inclusión. Todos somos personas que tenemos derecho a vivir con dignidad y eso está por encima de cualquier cosa.
