"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Entrevista
Pepa Torres, secretaria general de Feacem (Federación Empresarial de Asociaciones de Centros Especiales de Empleo)
"Hay que luchar por un empleo de calidad que permita el camino a la inclusión social"
21/09/2018
Blanca Abella - Imágenes: Jorge Villa
Cuando se trata de hablar de empleo de personas con discapacidad, Pepa Torres, que lleva muchos años lidiando en este frente, advierte siempre de la necesidad de situarnos en un mercado laboral global. Hoy en día, en nuestro país el empleo acusa todavía los efectos de la crisis y permanece la precariedad, sobre todo en el salario y la temporalidad. En el caso de las personas con discapacidad, los datos son peores y también persiste la discriminación por prejuicios históricos y la falta de oportunidades. Mientras, los CEE siguen aportando valor social y empresarial, aunque a la vez resulta necesaria ya una renovación en función del nuevo y cambiante mercado de trabajo.
Según el Informe del mercado de trabajo de las personas con discapacidad. 2017, realizado por el Servicio Público de Empleo Estatal, el empleo entre personas con discapacidad sigue aumentando, pero las modalidades más utilizada en la contratación de personas con discapacidad fueron de carácter temporal. ¿Cuál es su lectura de este informe?
Es un informe muy interesante y los datos de 2017 en principio siguen la tónica de los últimos años, se sigue incrementando la contratación de las personas con discapacidad pero, al mismo tiempo , se incrementa el índice de rotación y se va precarizado el empleo. Esto pasa igual en la población general, porque al final no dejamos de estar todos en el mismo mercado de trabajo.
Y un dato el que debemos fijarnos especialmente y que nos preocupa, es alarmante, aunque ha mejorado un poco en 2017, es la cantidad tan elevada de personas con discapacidad que son parados de larga duración. Ha mejorado respecto a 2016 pero sigue siendo un dato malo (el 56% de los parados son de larga duración) y además incide, fundamentalmente, en los mayores de 45 años. Dos factores de exclusión, discapacidad y edad, que sumando agravan la situación.
Además, según el mismo informe, el sector terciario es el que más contratación registra, en actividades como son: Servicios a edificios y actividades de jardinería, Servicios de comida y bebidas y Actividades de servicios sociales sin alojamiento. ¿Es un dato a mejorar?
Queremos hacer este año un análisis, más en profundidad, sobre las ocupaciones que las personas con discapacidad alcanzan porque, efectivamente, es en las ocupaciones más básicas donde hay un número de contratos más elevados.
"Tenemos problemas estructurales en el mercado de trabajo, sobre todo en la duración y el nivel salarial aunque parece que hay una apuesta general, del gobierno, partidos políticos, empresarios y sindicatos, por intentar paliar el peso de la crisis"
En el mercado de trabajo general es cierto que hay alguna desaceleración, hay indicadores que dicen que tenemos que estar cautelosos y los datos de agosto han sido llamativos, aunque suele ser un mes malo para la contratación. También es verdad que nuestro mercado de trabajo tiene mucha vinculación con el turismo y este año tampoco ha funcionado tan espectacularmente como en años anteriores.
Sigue siendo preocupante también la duración de los contratos, que es cada vez más corta. Es decir, tenemos problemas estructurales en el mercado de trabajo, sobre todo en la duración y el nivel salarial aunque parece que hay una apuesta general, del gobierno, partidos políticos, empresarios y sindicatos, por intentar paliar el peso de la crisis en la parte de los salarios, y ha habido una subida del SMI y un acuerdo de negociación colectiva entre sindicatos y empresarios, con una apuesta bastante clara por incrementar los salarios. Veremos cómo esta apuesta influye en el nivel salarial del conjunto de los trabajadores pasado un tiempo..
En el caso de los trabajadores con discapacidad tenemos también un problema y es que estamos ocupando puestos de trabajo bastante básicos y en sectores de actividad muy temporales y eso afecta a la calidad del empleo.
¿Existen esperanzas renovadas con la llegada de un nuevo Gobierno?
Tenemos la esperanza de siempre, de aprobar una ley de inclusión laboral para las personas con discapacidad, en eso estamos trabajando y es nuestra gran apuesta a medio plazo, pero también es verdad que es complicado hacer este tipo de apuestas porque planteamos soluciones a la situación del empleo en un momento en el que todo está cambiando y es posible que esas soluciones que tengamos en mente no sirvan para los problemas de futuro.
El mercado de trabajo está cambiando tanto, hay tanta incertidumbre y la perspectiva de futuro es tan radicalmente distinta que obliga a hacer una reflexión sobre las medidas de solución inmediatas para problemas actuales pero también una reflexión sobre cómo va a evolucionar y hacia dónde. Y no solamente por la realidad actual, porque parece que las crisis se repiten cada cierto tiempo, algo que siempre ha pasado en realidad, sino sobre las recetas que se han utilizado y ya parecen no ser tan efectivas. Hay que intentar compaginar ambas perspectivas.
"Hay que luchar por un empleo de calidad que te permita precisamente ese camino a la inclusión social, porque si al final tienes un empleo precario, el objetivo del mismo como herramienta de inclusión social, no se cumple"
Nunca hemos tenido una ley de inclusión laboral para personas con discapacidad, y es algo complejo. Se han hecho muchas cosas a partir de leyes más generales de discapacidad y de políticas de empleo específicas, pero algunas necesitan ser actualizadas y abordadas desde otros ángulos; por poner un ejemplo de una problemática concreta, la discapacidad sobrevenida, necesitamos avanzar en el mantenimiento del empleo y en compatibilizar prestaciones y empleo y porque en nuestro sector cada vez tienen más peso las personas con incapacidad laboral, que han sido expulsadas del mercado de trabajo.
Es un tema importante por el volumen y es cierto que hay actualmente algunas medidas que solucionan algo, pero hay que mejorarlo. Son necesarias medidas clarificadoras e innovadoras para esa realidad porque cada vez hay más personas con discapacidad sobrevenida.
En un ámbito tan complejo como es el mundo laboral, hay muchas personas que no tienen oportunidades o mejor dicho, oportunidades de calidad y eso es preocupante, precisamente por la pérdida del principio de centralidad del trabajo respecto a la inclusión social. Si tienes un trabajo puedes tener inclusión social, participación activada en sociedad, pero esto empieza a no ser esa realidad, dependiendo del trabajo que tengas. Hay que luchar por un empleo de calidad que te permita precisamente ese camino a la inclusión social, porque si al final tienes un empleo precario, el objetivo del mismo como herramienta de inclusión social, no se cumple. Y si el empleo no lo va a hacer, habrá que ver que otras medidas se adoptan, además del empleo o conjuntamente con el empleo.
En todo este panorama, ¿qué papel juegan los CEE?
El empleo en los CEE sigue teniendo peso en el empleo de personas con discapacidad porque sigue siendo una palanca importante en la generación de oportunidades de empleo y en la contratación. Ha sido refugio durante la crisis. Ha habido una apuesta de los CEE de iniciativa social por mantener e incluso incrementar el empleo durante la crisis. Sigue siendo un instrumento muy importante y necesario.
Hay que seguir apostando por los CEE y mejorar esa fórmula, actualizarla, los CEE son de los años 80 y hay que adaptarlos a la situación actual y la filosofía y funcionamiento del mercado de trabajo..
Los CEE de iniciativa social hemos sido un ejemplo de emprendimiento social, estamos en la economía social, pero las cosas han cambiado mucho y nos movemos en una realidad del mercado laboral que va a cambiar más.
En este sentido, es necesario poner en valor el importante papel que la economía social está desempeñando en aportar soluciones a los problemas sociales desde una forma de “hacer empresa” diferente y con unos valores propios y diferenciados creemos que es muy importante en el contexto socioeconómico actual. Ahora bien, el debate del empleo de las personas con discapacidad se está centrando en los CEE, cuando la problemática del empleo no se va a arreglar solamente ahí y hay otras medidas que pueden tener mucho más impacto pero el problema es mucho más grande y profundo y hay que trabajar en medidas diferentes. Los CEE son una herramienta más que contribuye a intentar que las personas con discapacidad participen cada vez más en el mercado de trabajo, pero no es la única herramienta.
"En el mercado laboral siguen existieno prejuicios sobre la discapacidad y esa discriminación frena las oportunidades de estas personas"
Las personas con discapacidad en CEE son algo más de 76.000, es una cifra importante pero no es la única. Es un instrumento importante, fundamental para personas con discapacidad que tienen más dificultades de inclusión en el mundo laboral, pero no es el único. Hay 1.840.700 personas con discapacidad en edad laboral y están ocupadas 462.000, de las que 76.000 lo están en un CEE. Solo una de cada cuatro personas con discapacidad en edad laboral tiene trabajo. Tenemos un problema muy serio de participación en el mercado de trabajo.
Necesitamos políticas y estrategias que permitan general oportunidades de empleo para revertir esta situación. Oportunidades de empleo en la empresa ordinaria, en los CEE, en la administración pública, en la economía social, en el emprendimiento…y para ello necesitamos impulsar todas las tipologías de empleo y apostar por políticas de empleo inclusivas, que den oportunidades y apoyos y luchar contra cualquier tipo de discriminación.
En el mercado laboral general no hay oportunidades para todo el mundo y hay barreras difíciles de salvar, siguen existiendo prejuicios e ideas preconcebidas sobre la discapacidad que no obedecen a la realidad, esa percepción social, esa discriminación, funcionan de barrera, de freno a las oportunidades de las personas con discapacidad.
"Hay que ver el empleo de las personas con discapacidad como una cuestión multifactorial, tenemos que trabajar con los distintos factores que influyen, que son auténticas barreras para la entrada y salida del mercado de trabajo"
¿Qué soluciones cree que deben ponerse en marcha? ¿Cómo ve el futuro cercano del mercado de trabajo?
Debemos mantener una discusión seria sobre una política de empleo para personas con discapacidad que rompa la dinámica de la inactividad y de la baja tasa de empleo. Tenemos una tasa de actividad 42 puntos inferior a la población general y una tasa de empleo 37 puntos inferior, una tasa de paro de 9 puntos más.
Actualmente, además, están surgiendo nuevas realidades que pueden dificultar, aún más, el acceso y el mantenimiento del empleo en igualdad de oportunidades a las personas con discapacidad: las propias dinámicas del mercado de trabajo se están configurando cada vez más como barreras que impiden y/o limitan el acceso y mantenimiento del empleo de las personas con discapacidad y de otros colectivos vulnerables
Cuando analizamos el mercado de trabajo de las personas con discapacidad, tenemos que analizar también el mercado en su globalidad. Parece que para los trabajadores con discapacidad solo cuenta la discapacidad, pero también nos influyen el resto de factores. Y hay que estudiar el impacto que tiene ese hecho, qué impacto tiene en las oportunidades de empleo la suma de determinados factores excluyentes, como es la discapacidad, la edad, la formación… Hay que ver el empleo de las personas con discapacidad como una cuestión multifactorial, tenemos que trabajar con los distintos factores que influyen, que son auténticas barreras para la entrada y salida del mercado de trabajo. Nuestro colectivo es mucho más vulnerable y esa situación multifactorial multiplica las barreras, no las suma, es mucho más complejo. Y además, sin abandonar las políticas de protección social.
