Una de cada seis personas en la Unión Europea tiene una discapacidad que oscila entre moderada y severa, cifra que supone que cerca de 80 millones de personas, ¿no sería necesario que todas las políticas, no solo las sociales, tuvieran en cuenta este dato? 

 

Por supuesto. Desde hace muchos años tanto mis predecesores en el Parlamento, como ahora mis compañeros y yo, trabajamos para que la discapacidad esté presentes en todas las políticas comunitarias. La transversalidad de la discapacidad es algo que, poco a poco, estamos logrando aunque, efectivamente, todavía queda mucho camino por recorrer. Sobre esta cuestión me gustaría resaltar el especial papel de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y de su carácter vinculante para las medidas que se adoptan a nivel de la UE. Ese carácter vinculante posibilita que, en caso de incumplimiento de la Convención, pueda acudirse a los tribunales de justicia de la UE. En consecuencia, cada vez es más frecuente que los informes sobre diferentes materias (empleo, educación, igualdad, Fondos Estructurales, etc), tengan apartados destinados al cumplimiento de las disposiciones de la Convención en materia de discapacidad.

 

Desde el movimiento de la discapacidad abogan por establecer estrategias claras que sitúen como prioridad en la UE y en todas las políticas que se adopten la discapacidad y las circunstancias y necesidades de este colectivo, por eso consideran que es muy valioso contar en la Eurocámara con un Intergrupo de Discapacidad, ¿cómo valora usted el trabajo de este intergrupo y sus posibilidades en este sentido?

 

El Parlamento europeo ha mejorado la participación de las personas con discapacidad al crear en 1980 el Intergrupo de Discapacidad formado por Eurodiputados de los distintos grupos políticos, y cuyo objetivo es la promoción de intercambios informales de opiniones acerca de la discapacidad, y mantener contactos entre Eurodiputados y sociedad civil. 

 

En el caso del Intergrupo de Discapacidad, como miembro del mismo, puedo afirmar que funciona excepcionalmente bien. Cada mes se celebran reuniones en las que siempre está presente el Foro Europeo de Discapacidad (EDF, por sus siglas en inglés), junto con otras organizaciones y actores de importante relevancia. Además de esta interactuación con la sociedad civil, la UE apoya los foros de debate y las investigaciones auspiciadas por los Estados miembros, los interlocutores sociales y las organizaciones no gubernamentales, centrados en las tendencias, las ideas, las estrategias y las prácticas innovadoras que están surgiendo en este ámbito. De hecho, el intercambio de buenas prácticas y las consultas públicas de la Comisión es una costumbre muy arraigada en el seno de la UE.

 

En el CERMI insisten en la importancia de revisar la estrategia europea 2020 para incluir las demandas de este colectivo, en materias como el transporte accesible o la legislación sobre la propiedad intelectual, ¿conoce usted estas demandas? ¿qué opina de ellas? ¿qué otras reivindicaciones de la estrategia 2020 podrían contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad?

 

En efecto, conozco estas peticiones y, de hecho, participo de forma activa para que esas demandas encuentren sus respuestas correspondiente. El tema de la accesibilidad está siendo objeto de numerosos debates en los últimos meses, y esperemos tener pronto la tan deseada Acta Europea de Accesibilidad. 

 

En cuanto a la Estrategia Europa 2020, luchamos para que, de forma especial, entre sus objetivos principales se encuentre el empleo de las personas con discapacidad, pues sólo de esa manera se llegará al objetivo del 75% de ocupación laboral. Del mismo modo, la educación inclusiva debe ser una prioridad a la hora de identificar los objetivos de la Estrategia. 

 

En campos como la educación, las personas con discapacidad muestran las tasas más elevadas en abandono escolar. El CERMI apunta la importancia de reducir esta tasa en los países con las tasas más altas (Malta, España, Portugal…), ¿cómo se puede impulsar esto desde Europa?

 

Educación y empleo de las personas con discapacidad son dos conceptos que suelen estar presentes en cualquier informe, propuesta o reunión de las instituciones de la UE. La idea según la cual la educación es un medio necesario para reducir las futuras situaciones de dependencia de las personas con discapacidad está plenamente instalada en el seno de la UE. De hecho, la educación y formación es una de las ocho prioridades de la Estrategia Europea de Discapacidad 2010-2020. El objetivo específico es promover la educación inclusiva y el aprendizaje permanente para alumnos y estudiantes con discapacidad y, para ello, la estrategia enumera una serie de acciones para garantizar que las personas con discapacidad reciban el apoyo necesario, dentro del sistema de educación general, y facilitar así su educación. Asimismo, se pretende ofrecer medidas efectivas de apoyo individualizado en los entornos para maximizar el desarrollo académico y social en consonancia con el objetivo de plena inclusión.

 

Para ayudar a lograr los objetivos de la Estrategia de Europa 2020, el CERMI sugiere a la UE descomponer los objetivos generales en subobjetivos divididos por grupos sociales (uno serían las personas con discapacidad) para atender mejor sus necesidades. ¿Qué opina de esta propuesta?

 

Considero necesario que se establezcan objetivos reales y claramente definidos. Por ello, cuanta mayor precisión, más facilidad, menos errores se cometerán para alcanzar esos objetivos y se reducirán las dificultades de los actores participantes para desarrollar su trabajo. Debemos aprender del pasado y de los errores cometidos en la anterior Estrategia de Lisboa, ya que, si bien es cierto que gracias a ella se mejoró la perspectiva social, económica y política de la UE, los objetivos fijados quedaron lejos de ser alcanzados. Parece que su heredera, la Estrategia 2020, tiene las ideas más claras, y los apoyos y medidas que la desarrollan cuentan con una solidez de notoria importancia. 

 

Destacan, también, la importancia de que desde la UE se apueste por una posición firme en materia de discapacidad en la agenda de revisión de los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio, más allá de 2015, ¿cree que podrá reforzarse en este sentido el reflejo de la discapacidad en las políticas europeas?

 

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio han sido y son un hito fundamental en la historia de la cooperación internacional, en tanto que delimitan una “hoja de ruta” evaluable del desarrollo mundial. Hace poco más de un año, el presidente de la Asamblea General de la ONU organizó un acto especial para acelerar el cumplimiento de los mismos, y en el documento final adoptado por los estados miembros, los líderes mundiales renovaron su compromiso para lograr los objetivos y acordaron celebrar una cumbre de alto nivel en septiembre de 2015 para adoptar un nuevo grupo de objetivos a partir de los logros conseguidos hasta la fecha. Asimismo, el cumplimiento de los Objetivos del Milenio se encuentra recogido en la Estrategia Europa 2020, que recordemos marca la estrategia de crecimiento en los próximos años.

 

En definitiva, los Objetivos del Milenio constituyen una herramienta muy importante, así como muchas otras (la Convención de Naciones Unidas, la Estrategia de Discapacidad, etc), en la inclusión de la discapacidad en las políticas de la UE. Vivimos un momento de especial trascendencia social, y la adopción de medidas a favor de la igualdad, la accesibilidad, y en general del respeto a los derechos humanos, es un reflejo de ello. No obstante, y a pesar de que quedan mentalidades por cambiar y mucho trabajo por realizar, las medidas que poco a poco se van aprobando, y el carácter vinculante de las mismas, no hace sino reforzar las obligaciones asumidas por los Estados y la presión de la Comunidad internacional.

 

El Foro Europeo de la Discapacidad, del que forma parte el CERMI y otras entidades europeas, han hecho pública una declaración conjunta en la que demandan a la Comisión Europea que apruebe ya la Directiva de Igualdad de Trato. Hasta la fecha, el derecho europeo protege a estos colectivos únicamente de la discriminación en los ámbitos de empleo y ocupación, pero no en las demás áreas. En este documento se denuncia que "seis años después, la propuesta de directiva sigue estancada en la fase de negociaciones entre los Estados miembros debido a la resistencia firme de algunos países y a una falta general de voluntad política". Solicitan una directiva contra la discriminación que sea sólida y de aplicación amplia. ¿Apoyaran desde su grupo esta petición?, ¿por qué?

 

La UE está basada en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y a las libertades fundamentales, así como en el Estado de derecho. Por todo ello, desde las Instituciones europeas no se puede permitir la existencia de desigualdades y, por consiguiente, deben adoptarse todas las medidas necesarias para combatir cualquier tipo de discriminación. Si bien es cierto que las últimas medidas a favor de garantizar la igualdad se han centrado en educación y empleo, existen disposiciones en trámite de elaboración, como por ejemplo el Acta Europea de Accesibilidad, que pretende asegurar el acceso en igualdad de condiciones para las personas con discapacidad.

 

Si queremos lograr los objetivos recogidos en la Estrategia Europa 2020 y eliminar las situaciones de dependencia de las personas con discapacidad, es crucial que se confirme la igualdad en todos los ámbitos de influencia de las políticas comunitarias, y especialmente en el acceso al mercado laboral de las personas con discapacidad. En este sentido, deberán adoptarse las medidas que establece la Convención de Naciones Unidas de las Personas con Discapacidad, y los informes que la desarrollan.

 

El CERMI ha reclamado a la Unión Europea y al gobierno español que los nuevos ingresos que se obtengan una vez entre en vigor el impuesto sobre las transacciones financieras se destinen exclusivamente a fines sociales de lucha con la pobreza y la exclusión, ¿cómo acogen en Europa y en su partido esta propuesta?

 

La concesión de más medios para luchar por la igualdad y contra la exclusión y la pobreza es una petición constante y, como es evidente, cuanta mayor financiación se destine las medidas a adoptar serán más eficientes y antes se lograrán resultados. Según avanzamos en la integración europea, la UE ha ido adquiriendo complejidad e importancia en diversos ámbitos y su estructura, ya no se limita a la adopción de medidas económicas. El aspecto social sin duda ha ido cogiendo importancia en los últimos años. Un claro ejemplo de ello es el nuevo reparto de los Fondos Estructurales, en los que el 20% del Fondo Social Europeo se destinará a la inclusión social y a la reducción de la pobreza. Estas medidas son pasos muy importantes en la Política de cohesión, ya que se crean fuertes incentivos para que los Estados miembros cumplan con los objetivos de la Estrategia Europa 2020. La no discriminación, la igualdad de género y la igualdad de oportunidades para grupos con desventajas, como por ejemplo las personas con discapacidad, son condiciones sine qua non para la efectiva aplicación de los Fondos europeos.

 

Respecto al destino de la tasa sobre las transacciones financieras es una propuesta que, efectivamente, se está estudiando y, en mi opinión, y como acabo de expresar, cuantos más medios se aporten contra la exclusión social, antes conseguiremos alcanzar los objetivos impuestos por la Estrategia 2020, los Objetivos del Milenio o por la propia Convención de Naciones Unidas.