El apoyo unánime de todos los partidos a la Proposición de Ley que modifica el Código Penal para ilegalizar las esterilizaciones forzosas de las personas con discapacidad incapacitadas judicialmente, en su inmensidad mujeres y adolescentes con discapacidad, debe ser considerado como un caso de éxito, de resultado feliz, como nos dice el Diccionario de la Real Academia Española.

 

Es el éxito de todas y cada una de las mujeres, de las niñas, de las madres, que bajo el paraguas del movimiento CERMI Mujeres, cobijo grande y generoso, donde todas tenemos espacio, hemos conseguido después de largos años de esfuerzo ser escuchadas.

 

Es el éxito de la primera concentración cívica del movimiento de discapacidad en junio del año 2012 ante el Ministerio de Justicia, el éxito de las mujeres valientes que compartían testimonio en febrero del año 2018 durante la presentación del Informe ‘Poner fin a las esterilizaciones forzosas de las mujeres y niñas con discapacidad’, el éxito de las adolescentes que en noviembre del año 2018, por primera vez presentes en el Foro Social de Mujeres y Niñas con Discapacidad, reclamaban alto y claro en la Plaza del Ayuntamiento de Murcia prohibir la esterilización en todas sus formas, el éxito de las mujeres que en enero del año 2020, sentadas en la Sala Lázaro de Dou del Congreso de los Diputados, transmitían a la representación política la necesidad imperiosa de finalizar con ese ataque profundo a la dignidad.

 

La Real Academia Española también habla de éxito como buena aceptación; una vez más comprobamos cómo los asuntos más relevantes en la agenda de la discapacidad suscitan el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas, en un tiempo de especial turbulencia en los acuerdos y los esfuerzos colaborativos. Este es también el éxito de la Marca España, que en esa vertiente social puede exportar al mundo un logro en la lucha contra la violencia hacia una parte de las mujeres.

 

Finalmente, la Real Academia Española define éxito como fin o terminación de un asunto. Este proceso acabará cuando las víctimas de esta violencia hayan sido reparadas, cuando las mujeres, las adolescentes, las niñas con discapacidad dejemos de ser invisibles para una sociedad que no siempre nos considera mujeres.

 

Entre tanto, disfrutemos de este resultado feliz, fruto del esfuerzo compartido.