ILUNION Tecnología y Accesibilidad pertenece al grupo de empresas sociales de la ONCE y su fundación, “es una empresa formada por la reorganización de distintas actividades que se desarrollaban bajo el paraguas de Fundosa, algunas de ellas con una historia de casi 20 años”, explica Ana Uruñuela, directora gerente de esta empresa. 

 

Con una plantilla de más de 120 personas y un porcentaje de empleados con discapacidad que supera el 40%, ILUNION Tecnología y Accesibilidad se caracteriza por la cualificación de sus trabajadores, entre los que son mayoría los titulados superiores. Informáticos, arquitectos, ingenieros, sociólogos… son los perfiles que dan vida a esta empresa.

 

Con dos años de existencia desde la creación de la marca Ilunion, se agrupa bajo un concepto amplio de accesibilidad. Si hace años se trataba de adaptar o reparar para lograr la accesibilidad, actualmente se trabaja más con la idea de lograr el diseño universal de partida. “En el origen éramos más reparadores y digamos que se arreglaban cosas ya construidas, hoy ya no somos reparadores sino mucho más codiseñadores, asesores desde el origen en un diseño universal, con grandes avances en distintos ámbitos, no solo el entorno construido o de centros de trabajo, etc., sino en el ámbito del transporte, del turismo, en conceptos bastante más amplios de entorno de manera que todo tipo de experiencias vitales, ya sea de ocio, de educación, sanitarias, etc. sean experiencias totalmente accesibles”, explica Uruñuela.

 

ILUNION Tecnología y Accesibilidad se asienta sobre tres patas o áreas de trabajo, una de ellas es la accesibilidad tecnológica, un eje importante para todo el grupo Ilunion. “En esta compañía, desde sus orígenes, se trabajó para hacer accesible la tecnología, sobre todo, como ocurre en el resto de actividades, explicando, divulgando, sensibilizando sobre la accesibilidad y sus posibilidades en la inclusión de personas con discapacidad”, apunta la directora gerente.

 

Se empezó a trabajar tanto con la administración pública como para el propio grupo o entidades del entorno y participaron de manera individual o en consorcios en proyectos importantes y pioneros, “y hemos sido referente en Europa en algunos de ellos”. 

 

 

La accesibilidad tecnológica es el corazón de la empresa, o así lo cree al menos Verónica Martorell, directora de Accesibilidad Tecnológica y Estudios Sociales de ILUNION Tecnología y Accesibilidad, quien se ocupa de coordinar estas dos áreas. Una de las actividades que más les ocupa, y sobre todo en los últimos tiempos, es la consultoría experta: “Lo que hacemos es proporcionar conocimiento sobre accesibilidad a equipos de desarrollo o desarrolladores web del mercado, de las empresas de servicios, porque normalmente una gran corporación hace una web pero no tienen tanto conocimiento en accesibilidad”, explica Martorell, que añade: “Hacemos consultoría experta para un montón de clientes, sobre todo clientes que ofrecen productos y servicios, como las empresas de energía, de telefonía, de agua, luz, esas grandes empresas que proveen de servicios a los consumidores y a los usuarios. Las personas con discapacidad necesitamos que las webs puedan ser accesibles para estar en igualdad de oportunidades, como cualquier ciudadano”.

 

Entre los proyectos actuales de esta área, destacan el servicio que ofrecen a las entidades bancarias, tal y como explica Ana Uruñuela: “Uno de los sectores que más está revolucionando la manera de prestar sus servicios son los bancos que tienen la dificultad de hacer atractiva la tecnología a un sector de población superior a una determinada edad, a esas personas acostumbradas a hacer sus gestiones siempre en la sucursal y ahora esos bancos  tienen que ser capaces de mover toda esa clientela hacia un entorno tecnológico que les resulte atractivo, una app o una web, una banca más electrónica. Nosotros ahí estamos ayudando mucho porque hemos sido capaces de hacer llegar la tecnología a diferentes personas con discapacidad, somos capaces de desarrollar esa atracción o ese servicio fácil, amigable, atractivo para personas que no estén acostumbradas a usar la tecnología. Y lo mismo que ocurre en los bancos podemos observarlo en cualquier sector, estamos reeducándonos a hacer un poco más tecnológica nuestra rutina y vida diaria”.

 

Una de las especialidades de esta empresa es la certificación de accesibilidad de páginas web. Desde que comenzó con esta actividad, hace 13 años, ha certificado la accesibilidad de los sitios web de más de 200 entidades. Los profesionales de ILUNION Tecnología y Accesibilidad revisan y proponen mejoras para que todos los formularios de páginas web prestadoras de servicios puedan ser utilizados por todos los usuarios, con o sin discapacidad. Asimismo, validan webs y aplicaciones para que los clientes con discapacidad puedan consultar cualquier información o realizar trámites on-line sin barreras. Su objetivo es que puedan ser utilizadas por personas ciegas, sordas, con problemas de movilidad o discapacidad cognitiva.

 

“Otorgamos nuestro propio sello de accesibilidad”, explica Ana Uruñuela. Y es que cuentan con una metodología de evaluación web contrastada y avalada por la Comisión Europea y participan activamente en distintos grupos de trabajo del W3C (World Wide Web Consortium) y es miembro activo y entidad promotora de la iniciativa Euroaccessibility. 

 

“Es mucho más recomendable tener en cuenta desde el principio los criterios de accesibilidad web y más rentable, si programas con estándares y adecuados etiquetados, además de accesibilidad estás consiguiendo que toda tu estrategia de posicionamiento o visibilidad digital sea mucho mayor, si desarrollas y construyes de una manera totalmente accesible estás optimizando al máximo esa claridad, ese posicionamiento web”, explica la responsable de ILUNION Tecnología y Accesibilidad. 

 

El proceso de certificación de accesibilidad web de esta empresa ha ido mejorando con los años ya que inicialmente se emitía un sello de accesibilidad pero no se revisaba. Pasados los años, al observar que muchos sitios certificados ya no eran accesibles, mejoraron el procedimiento, que actualmente lleva asociado un mantenimiento de 2 años durante los que realizan auditorías periódicas para garantizar que la accesibilidad se mantiene.

Además, ha mejorado el equipo de consultores incorporando a más profesionales con discapacidad, en la actualidad, todos los consultores de accesibilidad tienen discapacidad y las revisiones de accesibilidad se realizan en equipo, participando en las evaluaciones personas con diferentes discapacidades.

 

 

Otra de las patas o áreas de trabajo, siempre en torno a la accesibilidad, es el urbanismo. Su principal tarea, antaño, era eliminar barreras y poner rampas, ascensores o adaptaciones similares, “nada más lejos del trabajo de hoy”, asegura Uruñuela. La accesibilidad ha crecido, se ha ampliado tanto en su concepto como en su aplicación y ahora hablamos de entornos y de experiencias, de accesibilidad al ocio, a la educación, a la sanidad, al turismo… hasta que llegamos a la ciudad accesible, incluso, a las llamadas Smart Cities. 

 

“Lo habitual en estos proyectos es evolucionar ciudades, no inventar ciudades de la nada y en ILUNION Tecnología y Accesibilidad ya hemos ejecutado importantes proyectos de Smart Cities, alguno pionero a nivel mundial”, explica la responsable de esta empresa, que añade: “y hablamos de Smart human city, porque incluye todo en relación a las ciudades, en las que nuestra aportación es ese diseño universal que está al servicio de todas las personas”. 

 

Una Smart Human City, según el concepto que inventó y que defiende Ilunion, es aquella en la que además de permitir que las personas sepan dónde está la farmacia más cercana o dispongan de una guía turística con sus preferencias, tenga instalados semáforos que interactúen con personas con discapacidad visual, de modo que éstas sepan dónde se encuentra el paso de peatones o en qué fase del cruce se encuentran; o pantallas públicas digitales con información en alto contraste y con el tamaño adecuado para que las personas mayores puedan leerla.

 

Para ILUNION, es necesario diseñar las ciudades de acuerdo a las necesidades reales de las personas y tener en cuenta la diversidad de tecnologías (ordenadores, dispositivos y terminales móviles, kioscos digitales, paneles de información, etc.), de entornos (una vivienda, un espacio público, un cibercafé, etc.) y de usuarios (con discapacidad -ceguera, baja visión, sordera, movilidad reducida, etc.- y sin discapacidad -mayores, niños, turistas, embarazadas, etc...).

 

Con el fin de hacer realidad la Smart Human City, Ilunion no sólo elabora diagnósticos y estudios de planificación urbana, arquitectónica y tecnológica, sino que además ha desarrollado tecnologías como semáforos accesibles (Pasblue), interfaces personalizables en terminales públicos, como los desplegados en todos los cajeros de la Caixa en España, la app ‘El tren en tu móvil’ y el sistema de guiado en estaciones de metro que está desarrollando para Transports Metropolitans de Barcelona gracias a la colaboración de Fundación ONCE y Fundación Vodafone, entre otros.

 

 

Y existe todavía una tercera área de trabajo que abarca quizás todo un mundo, tanto el tecnológico como el urbanístico, porque desde la investigación social se avanza en innovación y se procede a ejecutar la accesibilidad universal y el diseño para todos. Desde esta tarea de investigación y estudios sociales, se identifican las necesidades de las personas hacia la tecnología, principalmente de las personas con discapacidad. “Lo que hacemos es incorporar desde el principio la necesidad del usuario final al desarrollo tecnológico, haciendo estudios de necesidades”, explica Verónica Martorell. 

 

Son expertos en identificar las necesidades tecnológicas, por eso el principal aliado de esta empresa es el usuario. “Lo que más inspira es el usuario, te hace tener una perspectiva del mercado de 360 grados, el usuario va marcando un poco la tendencia, nos ayuda a marcar la línea por la que discurrir, porque además son personas que saben muy bien definir la necesidad y exponerla”, asegura la responsable de Ilunion. 

 

La clave de estos estudios es que se incorpora desde el principio la necesidad del usuario final al desarrollo tecnológico, haciendo estudios de necesidades. “Lo que venimos haciendo desde hace años, cuando desarrollamos cualquier producto o cualquier tecnología, no deja de ser innovación social y al final tenemos a lo largo del año en los diferentes estudios y encuestas realizadas para los proyectos e investigaciones, la opinión de miles de personas con discapacidad, por eso somos expertos en detectar necesidades hacia la tecnología”, afirma Verónica Martorell. 

 

Y esta área de investigación social acabó derivando en otras investigaciones, aplicadas a todos los colectivos vulnerables y a diferentes ámbitos, estudios para personas con discapacidad, mayores, brecha digital en tecnología, en empleo, cultura, ocio, turismo… Se trata finalmente de un área con estudios sociales al uso, como cualquier consultora. “Hemos trabajado por ejemplo, con google, haciendo identificación de necesidades de personas ciegas y con baja visión, para sus desarrollos de sistemas de voz, para identificar las voces que más gustan a esa población ciega… esta semana hemos presentado el estudio sobre absentismo de personas con discapacidad en empresas, un estudio social al uso, no relacionado con tecnología o accesibilidad, porque trabajamos mucho la consultoría organizacional, para organizaciones, todo lo que tiene que ver con la diversidad, la discapacidad y hemos trabajado mucho con empresas grandes, que tienen planes internos de igualdad o de inclusión, con la Fundación ONCE, el CERMI, el Real Patronato sobre Discapacidad, haciendo ese soporte estratégico desde la consultoría”, explica Martorell. 

 

 

Y es que el trabajo de ILUNION Tecnología y Accesibilidad alcanza a cualquier tipo de empresa o institución, “igual trabajamos para entidades públicas que privadas, abarcamos todos los sectores, principalmente en España, pero tenemos gran experiencia en el extranjero y hemos sido líderes en proyectos importantes y pioneros; somos muy próximos al tercer sector pero nuestra cartera de clientes es absolutamente diversa, toca todos los sectores”, asegura Ana Uruñuela. 

 

En definitiva, como explica la directora gerente de ILUNION Tecnología y Accesibilidad, “nuestros proyectos son cada vez más globales y multidisciplinares, esas líneas que estaban tan separadas entre lo físico y lo tecnológica cada vez son más confusas, muchas de las posibles barreras físicas se salvan con pequeños complementos tecnológicos y al revés. No se trata de descubrir la tecnología que nadie ha descubierto, nuestro valor está en darle un uso para una solución que nadie había pensado”.