"Sabemos, lo hemos constatado, que las mujeres con discapacidad, las madres, las niñas con discapacidad, necesitan ser escuchadas, necesitan ser comprendidas, ser acompañadas y la Fundación CERMI mujeres (FCM) lo va a seguir haciendo", asegura Ana Peláez, vicepresidenta ejecutiva de la FCM. 

 

Y continúa, con emoción, en su balance de esta iniciativa: "Las mujeres que han participado en el webinario son todo un ejemplo de lideresas, de empoderamiento, de superación personal, gente que sirve de inspiración para otras muchas mujeres con discapacidad, incluso sin discapacidad y hemos aprendido de ellas la solidaridad, la sororidad".  

 

Isabel Caballero, coordinadora de la FCM, también ofrece un balance positivo y apunta que este ciclo ha demostrado "la capacidad de movilización de las mujeres en el sector de la discapacidad y la capacidad de plantear reflexiones críticas desde el feminismo". 

 

Por su parte, Pilar Villarino, secretaria del patronato de la FCM, expresa también un sentimiento muy positivo y habla de optimismo, "de esperanza compartida ante situaciones de vida de enorme dificultad a las que se enfrentan muchas mujeres, niñas, madres, intensificadas por la crisis que sufre el mundo como consecuencia de la pandemia por COVID-19".

 

 

El enorme potencial demostrado por esta iniciativa, surgida en tiempos difíciles y únicos en nuestra historia, es quizá el sentir general entre las mujeres de la FCM, tal y como expresa Villarino: "No estás sola ha creado un entorno global, abierto a todas las mujeres del mundo, que aúna las vivencias individuales, personales, únicas e irrepetibles de cada una, con el apoyo colectivo desde la sororidad".

 

Estos encuentros han llegado a congregar cada miércoles a más de 200 mujeres inscritas de España, de otros países europeos y de Latinoamérica, y han recogido asuntos fundamentales en las vidas de cada una de las mujeres y niñas a las que estaban dirigidos, como las diferentes formas de violencia machista que sufren las mujeres con discapacidad; los abusos; el derecho a la maternidad y a la atención sanitaria; las dificultades en el mercado laboral; las necesidades de las cuidadoras; la discriminación por discapacidad y orientación sexual; la ruralidad; el acceso a las nuevas tecnologías, y la situación de la población femenina con discapacidad en Latinoamérica, agravada enormemente por la pandemia, incluso cuestiones en las que las mujeres con discapacidad siguen especialmente invisibilizadas, como el VIH, y problemas sociales como la prostitución, la trata y la vida en prisión, entre otros.

 

Para Ana Peláez, uno de los grandes logros de este ciclo de webinarios ha sido "llegar a la comunidad iberoamericana, algo que inicialmente no estaba previsto, pero que poco a poco, por la repercusión que han ido teniendo las distintas convocatorias de los webinarios en las redes sociales, han ido atrayendo a muchas mujeres con discapacidad, madres de hijos o hijas con discapacidad, de América Latina y eso ha sido un valor añadido".

 

Aunque también es incuestionable para ella la importancia de haber logrado que estos encuentros llegaran a muchas mujeres de base: "Mujeres que a veces incluso no están asociadas o cuya participación no es permanente ni continua en relación con sus organizaciones de referencia, e incluso hemos conseguido que las propias organizaciones de personas con discapacidad, incluidas en el movimiento CERMI, y los propios CERMIS Autonómicos, se hicieran eco de estos asuntos y no solamente difundieran las convocatorias, sino participando en la identificación de testimonios o creando estrategias de toma de conciencia de derechos y asuntos que hasta la fecha no formaban parte de la agenda pública en materia de género y discapacidad".

 

Y de nuevo se hace referencia al 'potencial' de este proyecto, tal y como constatan las organizadoras, como Isabel Caballero: "Se ha puesto de manifiesto el potencial de intercambio y fomento de la participación que proporcionan las herramientas telemáticas; ciertamente el contacto humano ofrece una dimensión insustituible, pero, aun siendo al principio reticentes sobre este formato de actividad ya que se corría el riesgo de dejar a muchas mujeres atrás (mujeres sin conexión a internet y no alfabetizadas digitalmente), sin embargo ha resultado un descubrimiento positivo que ha permitido unir no solo a las mujeres con discapacidad de nuestro país en este periodos de confinamiento, sino traspasar fronteras, llegando a otras mujeres de países europeos y latinoamericanos".

 

 

El objetivo fundamental que ha perseguido la FCM poniendo en marcha el ciclo de webinarios ‘No estás sola’ ha sido el de acompañar a las mujeres y niñas con discapacidad y a las mujeres cuidadoras de familiares con discapacidad, especialmente madres, durante todo este tiempo de pandemia, pero además, tal y como explica Ana Peláez, estos webinarios ofrecían también "una escucha activa y una reflexión sistemática sobre los asuntos más importantes para ellas y para sus vidas, que estaban formando parte de las grandes vulneraciones de derechos humanos que estábamos constatando a través de distintos indicios".

 

A juicio de Villarino, el ciclo de webinarios ha logrado responder a la principal preocupación de la FCM, "ofrecer un espacio de acompañamiento mutuo", o como dice caballero, "un espacio de intercambio y ayuda mutua entre mujeres".

 

Pero el aprendizaje también requiere un análisis crítico, y de eso se encarga Ana Peláez, que se muestra contundente al afirmar que "somos muy conscientes de lo que no hemos hecho y la gente que se ha quedado atrás, la tecnología abre unas oportunidades maravillosas a mucha gente pero también siguen incrementando la brecha digital que la sociedad de la información parece imponer a muchas mujeres con discapacidad, que son mayores, que no están alfabetizadas digitalmente, que no disponen de teléfono móvil porque no tienen recursos económicos, porque están en el medio rural donde es más difícil". Y por este motivo, y otros muchos compartidos en estos encuentros, afirma: "Creemos que tenemos que intensificar la información sobre las respuestas que las mujeres necesitan, porque hemos compartido muchos testimonios de denuncia y donde se pide asesoramiento y desde ahí tenemos que avanzar y ofrecer más respuestas". 

 

 

Según explica Isabel Caballero, esta iniciativa ha demostrado "la necesidad de seguir trabajando el empoderamiento de las mujeres con discapacidad de base, de generar conocimiento de manera participativa y ampliar la agenda política con otras cuestiones apenas vislumbradas hasta la fecha desde el sector de la discapacidad". Y es por eso que se anuncia la intención de continuar con este proyecto, explica: "La idea es continuar con un ciclo de webinarios en otoño, que arranque desde el mes de septiembre, con una periodicidad distinta a la actual pero que continúe la estela marcada por 'No estás sola'".

 

El mismo entusiasmo demuestra Pilar Villarino, que asegura que esta aventura "es un proceso lento, de mejora continua, pero imparable, sin vuelta atrás, porque en CERMI Mujeres hemos aprendido que solas no podemos, pero juntas podemos hacer mucho".

 

Enlace a las grabaciones de los webinarios