"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Opinión
Por una RSE más inclusiva
Por Enrique Galván, Presidente de la Comisión de RSE Discapacidad del CERMI. Miembro del Consejo Estatal de RSE
17/07/2014
Hemos asistido a la aprobación de la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas en el pasado Pleno de julio de 2014 del Consejo Estatal de Responsabilidad Social. Varios hechos merecen la pena ser destacados.
El primero es que se ha aprobado por unanimidad, es decir, que es una Estrategia que cuenta con consenso y que este ha sido posible gracias a un laborioso proceso de trabajo en el que se ha valorado de forma especial incluir instrumentos de gobernanza como la consulta pública que promueve la transparencia y la participación.
También es relevante que todos los intervinientes destacaran la importancia de presente y de futuro de la Responsabilidad Social en las Empresas, administración y otras organizaciones. Utilizando las palabras de Adela Cortina, la RS es un instrumento de gestión, de justicia y prudencia, valores emergentes en el periodo de post crisis (si este periodo nos llega alguna vez de manera definitiva). Es cierto, uno de los aprendizajes que tiene que hacer nuestra sociedad después de los años vividos, es que solo el respeto y promoción de los derechos, la sostenibilidad y el compromiso con la sociedad son la única garantía para la competitividad y supervivencia del tejido empresarial.
Lo anterior ha generado una expectativa de impulso y relanzamiento de la Responsabilidad Social como motor de la innovación y cambio en el ámbito empresarial, necesitado de incentivos y apoyos para remontar años de dificultad y decaimiento.
En este marco el movimiento de la Discapacidad ha aportado su trabajo a la Estrategia y el Ministerio ha sido sensible y ha recogido aspectos importantes relacionados con la igualdad de oportunidades y la no discriminación, accesibilidad en los ámbitos web, la defensa de los derechos de las personas con discapacidad como consumidores y por tanto la accesibilidad en la compra de bienes y servicios, y se han asumido referencias a la diversidad y la inclusión de colectivos en riesgo de exclusión. Ciertamente aspirábamos a más, sobre todo a que la propia definición de Responsabilidad Social de la Estrategia estuviera más en línea con la plasmación de la naturaleza pluridimensional de la RSE como recoge el marco europeo y que incorporara de forma literal la integración de las personas con discapacidad como objetivo y foco del alcance de la RSE.
La valoración es positiva, lo que queda es trabajar en la estrategia haciendo concreto lo aprobado, y en este ámbito que viene definido por la voluntariedad debemos asumir el doble sentido del término sumar adhesiones y compartir determinación.