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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 21 de enero de 2022cermi.es semanal Nº 466

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

25º aniversario del CERMI

María Ángeles Figueredo, ex presidenta de Fiapas

“El tiempo ha demostrado que la unión hace la fuerza”

21/01/2022

Refugio Martínez - Fotos: Fiapas

María Ángeles Figueredo hoy forma parte de la vieja guardia, de una minoría selecta que habla con nostalgia de cómo fueron los comienzos de la plataforma organizada de la discapacidad. Pero, hubo un tiempo en que, ese grupo de personas, armadas de ilusión, de voluntad de trabajo y de mucho tesón, forjaron los cimientos de lo que hoy es el CERMI. En reconocimiento a su labor, hoy, ellos tienen la palabra.

Plano medio de Mª Ángeles FigueredoUsted fue presidenta de Fiapas. ¿Cuántos años estuvo trabajando al frente de esta entidad?

Fueron 10 años. Los dos primeros años estuve sustituyendo al primer presidente de Fiapas, Luis Cervantes, quien por motivos personales se pidió una excedencia y, después, estuve 8 años como presidenta electa.

Hace 25 años que nació el CERMI y usted formó parte de ese acontecimiento, ¿cómo recuerda sus orígenes?

Cuando yo me incorporé a la presidencia de Fiapas ya se habían realizado algunas reuniones con el anterior presidente, Luis Cervantes, así que yo continúe con el trabajo de mi predecesor y la verdad es que recuerdo esos momentos con mucha ilusión, aunque no estuvo exento de problemas, como en todo, pero las dificultades que hubo se solventaron. Todos los problemas tenían solución.

Cuando el CERMI se creó, en 1997, éramos seis entidades las que firmamos la constitución, a saber: la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física (Cocemfe); la Confederación Española de Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps, hoy Plena Inclusión); la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE); la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) de la que yo era presidenta; la Federación Española de Asociaciones de Atención a las Personas con Parálisis Cerebral (Aspace) y la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE).

Se hicieron grupos de trabajo y Fiapas participaba, fundamentalmente, en los temas de sanidad y educación. Recuerdo que fue en aquel entonces cuando entró a formar parte del Consejo Escolar del Estado.

¿Cuál ha sido su relación con el CERMI?

Cuando comencé en Fiapas, el CERMI también estaba empezando a formarse. Fue una apuesta que, en Fiapas, tuvimos clara desde un primer momento. Había que apoyar esa iniciativa porque nosotros estábamos convencidos del valor de la unidad a la hora de defender los derechos de las personas con discapacidad y de sus familias. De cara a la Administración, era mucho mejor actuar desde una plataforma unitaria que no ir cada colectivo con nuestras demandas individuales.

Antes del CERMI, cada uno nos dirigíamos con nuestras demandas a donde considerábamos en cada momento que teníamos que ir, pero el tiempo ha demostrado que la unión hace la fuerza, eso está claro. Era mucho mejor interponer las demandas de manera organizada y consensuada y, por supuesto, se contemplaban las demandas de todas las organizaciones, porque a la hora de presentarlas para conseguir mejoras educativas o sanitarias, por poner un ejemplo, era mucho mejor ir en grupo, con reclamaciones individualizadas, pero en grupo, y eso fue lo que se planteó y lo que se hizo.

En aquel entonces, hace ya un cuarto de siglo, la realidad social y económica que motivó el nacimiento del CERMI era muy diferente a la actual. ¿Cree que los ideales que dieron forma al movimiento de la discapacidad eran como los de ahora o han cambiado por el camino?

En los 10 años en los que estuve al frente de Fiapas, se consiguieron muchas mejoras e imagino que se habrá seguido avanzando. Los logros que se han alcanzado poco a poco son la consecución de muchas demandas y de la solución de problemas. Lo importante en esta carrera es no retroceder, no perder el camino que ya se ha avanzado.

¿Cuáles son esos avances de los que usted habla?

El mayor avance fue conseguir todos nuestros logros en grupo y como grupo. Todos los avances que se han ido consiguiendo, se han logrado desde el CERMI, porque como organización nacional ha sido el que ha apoyado y respaldado la demanda de cada colectivo.

También fue un logro todas las ayudas que conseguimos para cubrir las necesidades de las personas con discapacidad, así como la integración en los colegios para los niños con discapacidad.

Y, ¿en cuanto a los retos conseguidos desde su labor como presidenta?

A la izquierda Mª Ángeles, en el centro Carmen Jaudenes y a la derecha Jose Luis AedoBueno, lo que yo recuerdo son los avances de mi colectivo en el tema de la detección precoz o de la atención temprana. Estaba claro que había demandas comunes y otras específicas pero, desde el punto de vista de Fiapas, uno de los temas en los que más se incidió fue en el sanitario, en concreto en la detección precoz de la sordera o discapacidades, así como en la atención temprana.

También se avanzó en las ayudas para las prótesis y en la consecución de una educación más inclusiva pero respetando el derecho de los padres para elegir la educación que quieran para sus hijos, ya sea en un colegio de integración o en colegios más especializados, porque las necesidades de cada niño son completamente diferentes.

Es fácil hablar a posteriori de cómo se podrían haber hecho las cosas para que los resultados fueran mejores pero, si pudiera cambiar algo, ¿qué cambiaría?

Imposible volver atrás. ¿Pensar cómo lo hubiera hecho? Nunca me lo he planteado porque yo creo que tienes que ir resolviendo los problemas tal y como se van planteando. Éramos un grupo de personas que nos entendimos perfectamente y trabajamos muy bien en común. Cuando hubo dificultades, si uno las defendía con racionalidad al final las cosas se clarificaban y no había ningún problema.

Usted vivió el ámbito de la discapacidad en otro momento, cuando los derechos eran más limitados y no estaban tan reconocidos. ¿Cómo era el mundo de la discapacidad hace 25 años?

No tiene nada que ver. En cuanto a los derechos de las personas con discapacidad, estábamos muy atrasados y la labor del CERMI ha contribuido a la mejora de la atención a estas personas. Eso está claro.

Ahora existe una regulación en el plano económico, educativo y sanitario. En este último, hablo personalmente, como madre, hace 25 años era cuestión de suerte porque, en muchos casos, dependía del médico que te atendiera, no había nada organizado. Ahora, se ha avanzado mucho, en el diagnóstico y en el tratamiento.

En cuanto a las ayudas económicas, antes había muchas más dificultades. El problema con que nos encontramos ahora es que, eso hay que mantenerlo. En los últimos tiempos, están surgiendo muchos recortes económicos que pueden poner en peligro todo lo alcanzado y que pueden reducir las ayudas económicas que precisa mucha gente.

¿Qué retos quedan por cumplir?

Hace mucho tiempo que ya no estoy en Fiapas, casi 20 años, por lo que no estoy muy al tanto de las necesidades actuales, pero lo importante es continuar haciendo demandas y mantener las reclamaciones.

Las personas tienen siempre que seguir trabajando para conseguir mejoras desde el punto de vista social y económico y las personas con discapacidad todavía más, algunas de ellas tendrían muchas dificultades para poder reclamar sus demandas si no existiera un respaldo asociativo detrás.

Y en este sentido, el CERMI es la voz de cada una de las personas con discapacidad y de las asociaciones que plantean su problemática. Sus organizaciones están bien orientadas y bien asesoradas para que las demandas que se plantean desde esta plataforma sean racionales y sensatas y puedan tener cabida en el marco político de los gobiernos y de las instituciones, que es desde donde se pueden solucionar los problemas.

Logotipo del CERMI en su 25 aniversarioPara terminar, tal vez la pregunta más difícil, ¿cómo definiría al CERMI?

El CERMI es una plataforma formada por asociaciones que trabajan con el objetivo de avanzar en el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad y en la resolución de sus necesidades.

Pero desde mi experiencia, desde mi corazón, para mí, el CERMI fue y es un motivo de satisfacción. En el tiempo que yo estuve recuerdo que se trabajó muy duro, fueron años de muchas reuniones y de mucho esfuerzo pero, la verdad, es que me siento orgullosa de haber pertenecido al CERMI.

Creo que Fiapas fue una de las organizaciones que trabajó con ahínco en conseguir los objetivos que nos habíamos planteado. En nuestro colectivo, en concreto, se consiguieron muchas de las demandas por las que luchamos. Por ambas cosas estoy contenta, por el CERMI y por el trabajo del equipo profesional y del colectivo de los padres que teníamos muy claro por dónde había que trabajar, dónde había que estar y dónde había que luchar.

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