
"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Opinión
Salud mental en un mundo desigual
Por Nel González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España
08/10/2021
Está demostrado que las desigualdades sociales de distinta naturaleza constituyen un factor de riesgo para desarrollar un problema de salud mental, e incluso la propia OMS reconoce que existen desigualdades sistémicas que son desencadenantes directos de las diferencias del estado de la salud mental de la población.
Por ello, y además de reivindicar medidas de mejora en la atención a la salud mental y mayores inversiones, en el largo plazo, es fundamental centrar esfuerzos en desarrollar políticas de carácter estructural que realmente cambien el funcionamiento del sistema actual, que ha mostrado grandes deficiencias a la hora de proporcionar bienestar físico y emocional a la población. Un sistema que realmente garantice los derechos humanos y no ponga en peligro la salud, y con ello, la salud mental de las personas.
Existen, por ejemplo, evidencias científicas de la relación causal bidireccional entre la pobreza y los problemas de salud mental comunes, como depresión y ansiedad. Las personas con ingresos bajos tienen entre 1,5 y 3 veces más probabilidades de sufrir depresión o ansiedad que las personas con ingresos altos. A esto se suma que los trastornos mentales reducen la capacidad de conseguir un empleo e ingresos.
Igualmente, las circunstancias que rodean socialmente a las mujeres, a personas racializadas y/o migrantes, a las personas mayores, o a niños y niñas que no tienen un acceso a una educación de calidad, por poner otros ejemplos, coloca a estos colectivos en situaciones de mayor vulnerabilidad ante la posibilidad de desarrollar un problema de salud mental.
Y en el vagón de cola de todos los grupos de población, seguimos encontrando a las personas con una discapacidad psicosocial y a las vulneraciones constantes de todos sus derechos, desde una atención sanitaria, hasta la salvaguarda de su integridad física, permitiendo todavía prácticas como las contenciones mecánicas, consideradas tortura por las Naciones Unidas, pasando por unas las mayores tasas de desempleo de todas las discapacidades.
La evidencia de la investigación muestra que existe una deficiencia en la calidad de la atención a las personas con un problema de salud mental. Pueden pasar hasta 15 años antes de que los tratamientos médicos, sociales y psicológicos para los problemas de salud mental que se ha demostrado que funcionan se ofrezcan a las personas que los necesitan en la práctica diaria.
A pesar de algunos pequeños avances, aún queda mucho camino por recorrer y por eso, desde Salud Mental España reivindicamos la puesta en marcha de medidas que aborden las carencias del sistema, pero a la vez, que se planteen estrategias en el largo plazo que cambien realmente el funcionamiento de una sociedad que, de seguir así, adolecerá de una población sana. Por eso, defendemos la salud mental como un derecho necesario, porque mañana puedes ser tú quien necesite acogerse a ese derecho.