Convocadas por la Fundación CERMI Mujeres (FCM), las mujeres con discapacidad participantes de todas las edades han denunciado, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la “discriminación interseccional” que todavía soportan en el disfrute de derechos fundamentales.

 

En este sentido, la vicepresidenta ejecutiva de la entidad, Ana Peláez Narváez, ha lamentado que, “todavía hoy, en pleno siglo XXI, las mujeres y niñas con discapacidad vemos como se nos niega el acceso a servicios básicos en igualdad de condiciones, como la salud o la justicia; seguimos expuestas en mayor medida a la violencia machista y, cuando queremos denunciar, nos encontramos multitud de barreras, al tiempo que seguimos soportando una tasa de actividad y una precariedad laboral mucho peor que la de las mujeres sin discapacidad y que los hombres con discapacidad”.

 

“Además, se nos sigue negando muchas veces nuestra condición de mujer y algunas de nosotras sigue sufriendo prácticas nocivas como esterilizaciones no consentidas, abortos coercitivos y tratamientos médicos no autorizados”, ha denunciado Peláez Narváez, quien ha añadido que situaciones como esta se siguen “perpetrando” pese a las obligaciones legales de tratados internacionales como la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad o el Convenio de Estambul, entre otros.

 

 

Junto a estas reivindicaciones, el ambiente festivo ha estado presente en todo momento entre las mujeres con discapacidad asistentes, quienes han llevado una batucada, pancartas y cartelería con frases de mujeres con discapacidad de referencia como Frida Khalo, Hellen Keller o Virginia Wolf. Asimismo, como ha explicado María José Torrado, una de las asistentes, ha traído antifaces “para pedir que caiga de una vez por todas la venda del patriarcado y del capacitismo” y globos para que su “mensaje se eleve más alto”.

 

“Considero muy importante que las mujeres con discapacidad vengamos a una manifestación como esta, para que nuestras reivindicaciones tengan visibilidad en una fecha tan importante como el 8 de marzo”, ha declarado María José. Por su parte, Ana, otra de las mujeres con discapacidad presentes, ha relatado que este es el primer año que ha decidido acudir: “Hoy es el día de la libertad y las mujeres con discapacidad queremos decir alto y claro que podemos hacer lo que queramos, como cualquier otra persona”.

 

“Las mujeres con discapacidad no estamos solas y queremos luchar por la igualdad en el trabajo”, ha afirmado Binett, otra asistente. En este sentido, Patricia ha criticado la “falta de oportunidades” y la “enorme brecha salarial”.

 

Destaca también la presencia de Rosana, una mujer sordociega que ha resaltado que ha asistido a la marcha para “visibilizar a las mujeres sordociegas” y exigir “que se termine con las barreras de comunicación”, algo para lo que, según ha detallado, es fundamental “más guías intérpretes”.

 

Durante la marcha, las mujeres con discapacidad asistentes han portado pancartas y han coreado lemas como “no estamos todas, faltan las asesinadas” o “somos reales, queremos ser iguales’”, entre otras consignas.

 

Además de mujeres con discapacidad, han participado también algunos hombres con discapacidad como Antonio. “La lucha por la igualdad es tarea de todas y de todos, por lo que es el tercer año que vengo. No podía quedarme en casa”, ha proclamado este manifestante.